editorial expresochiapas
EDITORIAL

Redondos

Ante las elecciones de 2018, y desde luego la renovación de cargos de representación popular y de gobierno, en el van a participar miles de candidatos de los partidos con registro, surgen una serie de acusaciones, demandas y propuestas tanto posibles como descabelladas, todo al calor de esa actividad política que no pocos se encargan de contaminar o buscan distraer, sobre lo realmente preocupante.
Nuevamente versiones sobre realizar una segunda vuelta en caso de baja votación aparece en el argot de la mala calidad política mexicana; se insiste desde las cúpulas partidistas que se trata de pobre participación ciudadana cuando es en realidad una negación a votar por parte de esa ciudadanía que no lo hace.
Es decir que el problema no está en esa ciudadanía sino en los partidos, sus propuestas y en el cómo se desempeñan sus gobiernos.
Ciertamente los priistas han padecido en los últimos años una arremetida de arrestos de gobernadores corruptos, pero ya también le pasó al PAN con el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés o al PRD con la solicitud de licencia de Angel Aguirre Rivero en Guerrero, no por corrupto –pues ya no lo acusó su sucesor, el priista Héctor Astudillo-, sino por la ineficiencia en el combate al crimen organizado que le reventó con el caso Ayotzinapa. Así, la exhibición de una diputada de Morena en Veracruz, recibiendo dinero para el proselitismo en su partido, y podríamos abundarle en casos menos relevantes pero que en cada municipio o estado, si afectan la credibilidad ciudadana en partidos y propuestas de campaña.
Así que no es un asunto de segunda vuelta electoral.

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *