EDITORIAL

Lentitud

Ya no sorprende a la ciudadanía las noticias de desfalcos al erario público en determinada entidad o dependencia federal.
Lo que sorprende es que pese a ello invariablemente se acompaña de un endeudamiento en que están las finanzas estatales, principalmente, al término de las distintas administraciones y antes, el gobierno federal acudía en auxilio de esas entidades y sus nuevos gobiernos asfixiados.
Sin embargo, hay un lapso en que las denuncias ciudadanas, aparecen por todos lados y ni aun con eso se les atiende, hasta que revienta la bolsa.
Con todo y que la Auditoría Superior de la Federación mantiene alertadas a las autoridades sobre las inconsistencias de la información que proporcionan esos estados,
al término de las administraciones es cuando se conoce el desfalco, los desvíos de dinero y es entonces cuando las autoridades federales se deciden a actuar.
Esa es la duda: porque los dejan ir, porque de pronto después de huir un ex gobernador se entrega.
Bonita cosa que no convence a nadie.

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