SALUD

Osteoporosis infantil

El calcio es necesario para que el corazón, los músculos y los nervios funcionen debidamente, y también para la coagulación de la sangre. La insuficiencia de calcio contribuye de manera considerable al desarrollo de la osteoporosis.
La osteoporosis afecta a más de 200 millones de personas en el mundo, y aunque se considera una enfermedad propia de los adultos, hay situaciones durante la infancia y adolescencia que promueven su aparición.
Los síntomas en un niño con osteoporosis son fracturas frecuentes, deterioro de la microarquitectura del hueso o escasa masa ósea, lo cual se ve en una radiografía, así como dolores óseos con o sin alteración de la marcha.
Las causas de la osteoporosis pueden darse por trastornos nutricionales, uso prolongado de algunos fármacos, alteraciones genéticas propias del hueso y algunas enfermedades metabólicas o endocrinológicas.
El esqueleto humano está compuesto por 206 huesos, sin contar los dientes: 80 huesos centrales, que incluyen huesos de la cabeza y la cara, hioideos, auditivos, del tronco, las costillas y el esternón; y 126 huesos apendiculares, que incluyen los de los brazos, hombros, muñecas, manos, piernas, cadera, tobillos y pies.
El hueso se conforma por tejido vivo, que junto al tejido cartilaginoso le da estructura al cuerpo humano.
El tejido óseo presenta tres procesos formativos en los huesos:
1. Modelado. Cuando el hueso adquiere y mantiene su forma. Está asociado al crecimiento en la infancia y adolescencia.
2. Reparación. Respuesta ante la fractura.
3. Remodelado. Ciclo continuo de formación y destrucción que se produce a lo largo de la vida.
Para favorecer este proceso de formación, es necesario el consumo adecuado de nutrientes: minerales como calcio, fósforo, magnesio, potasio, cobre y zinc.
Se recomiendan estrategias para mantener los huesos en estado saludable:
Mantener un adecuado consumo del calcio, en niños de 4 a 8 años mil mg diarios, de 9 a 18 años mil 300 mg al día en promedio.
Consumir 800 unidades diarias de vitamina D, que se halla en pescados como salmón, macarela, bacalao, atún, aceites de pescado, hígado, yema de huevo, lácteos y en alimentos fortificados.
Realizar ejercicio: “Un esqueleto sano necesita moverse, ya que existe para esto. Antes la gente era muy activa y tenía mucho más actividad motora que ahora. Actualmente somos más sedentarios, por lo que es necesario ejercitarse diariamente para mantener huesos fuertes en todas las etapas de la vida.
Evitar el consumo en exceso de sodio, proteínas, fibras y bebidas con cafeína o bicarbonatadas, porque se les asocia a la pérdida de calcio.
Evitar el consumo de alcohol y el tabaco o estar en contacto con el humo.
Asegurar una adecuada exposición solar durante los meses de verano. Si esto no es posible, suplir con vitamina D.
Considerar efectos de algunos fármacos en el metabolismo óseo.
Una alimentación rica en calcio y en vitamina D, al igual que el ejercicio físico, es solo una parte del régimen para la prevención o el tratamiento de la osteoporosis. Pero es posible que estas medidas no sean suficientes para detener la pérdida de hueso causada por el estilo de vida, el consumo de ciertos medicamentos y la menopausia. El médico puede determinar si, además de tener una alimentación adecuada y de establecer un programa de ejercicio físico, necesita algún medicamento para disminuir el riesgo de la
osteoporosis.
Fuente: (El Sol de México).

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