AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

Parece que vamos para abajo.
Generalmente, el anuncio del presupuesto viene lleno de triunfalismos; éste para 2017 no: es menor al de éste año.
También generalmente se dan las cifras inmensas y se menciona que, la mayor parte va para determinados sectores; ésta vez no: merma en educación, salud, turismo y comunicaciones, áreas sensibles para “el desarrollo de México”.
Un desarrollo negado desde hace décadas, desde aquella vez que se anunció que tendríamos que aprender a administrar la riqueza, en los años de José López Portillo.
Anunciado el presupuesto de 4 billones 837 mil 500 millones de pesos, un 1.7 por ciento menos que el de 2016, no hay mucho que decir: la cosa va a estar como éste año, limitado el progreso, pero con la diferencia de que los estados federativos tienen deudas millonarias, no solo en préstamos sino también con los prestadores de bienes y servicios.
Al momento en el caso chiapaneco se sabe que se embargó a la secretaría de salud por deudas millonarias a proveedores, igual están indistintas dependencias algunas ni para lo elemental en limpieza.
Municipios endeudados con la CFE, laudos perdidos y con órdenes judiciales de pago a los demandantes.
Financieramente la entidad está hecha un desastre, aunado a que el turismo bajó significativamente por los bloqueos en carreteras y aeropuertos.
Gracias de la CNTE, ya solita en su lucha desde Chiapas, pues Michoacán, Guerrero y Oaxaca, están en clases, aunque Aurelio Nuño le dijo ayer que el 80 por ciento de las escuelas en la entidad están trabajando, algo que no es cierto.
Dijo también que no hay ninguna negociación con el magisterio chiapaneco en torno a suspensión de la reforma Educativa hasta 2018, mientras el secretario de educación estatal, en el mismo espacio del periodista, menciona que se dieron concesiones para que retornaran a clases.
Así el cruce de versiones entre las autoridades federales y estatales y mientras, ni a la Lacandona llega el turismo ecológico; los centros ecoturísticos languidecen.
Pero bueno, para Peña Nieto su presupuesto para 2017 “es un mecanismo preciso de política económica para enfrentar los retos y requerimientos sociales y de desarrollo del país”.
Y ya la sabe con eso de los triunfalismos de un mandatario en declive, y cuyo sexenio ya se fue en gris: “El paquete presupuestal buscará cuidar la estabilidad macroeconómica y a la vez actuar con responsabilidad fiscal; no contiene ni nuevos impuestos ni el incremento de los existentes…”
Así dijo la otra vez en torno a los combustibles, y fue al revés, así que hay que esperar incrementos, porque la cosa del presupuesto es limitada y será evidente en unas semanas, por lo que éste fin de año puede que no sea muy alegre, y se vuelva a dar ese fenómeno de que no hay ni para aguinaldos.

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