OPINIONES

¿Vacaciones para descansar?

Yolanda Pardo

Llegó el verano, sinónimo de sol, palaya, mar, arena, en una palabra, vacaciones. Los chiquillos terminan sus cursos y sus padres están más preocupados que contentos, la mayoría no sabe qué hacer con ellos, sino tienen planes para salir.
Muchos optan por inscribirlos en cursos de verano inmediatamente después de la última semana de clases obligatorias y los pobres niños siguen llevando una rutina de horario y actividades como en su ciclo escolar, pero sin la presión de tareas y exámenes.
Como actualmente, lo más común es que mamá y papá trabajen, para ellos es la mejor opción y a veces, la consideran como la única, pero hay otras.
Quienes han probado llevarlos consigo a sus oficinas o actividades laborales, han visto buenos resultados ya que los niños conocen en la práctica lo que hacen sus padres, se involucran más con ellos y hasta aprenden algo de sus respectivos trabajos, estrechando lazos filiales a otro nivel y quizás también los ayuden a decidir su futuro profesional.
Los pequeños podrían ser de gran ayuda en los trabajos de papi y mami, si éstos los involucran en sus gestiones laborales, designándoles algunas actividades que ellos puedan realizar o aprender fácilmente de acuerdo con su edad y se sentirán muy satisfechos e importantes de poder ayudar a sus progenitores también fuera del conocido ámbito del hogar.
De esta manera, se estrechan más los lazos entre padres e hijos y también se ahorrarán un buen dinero al no tener que pagar los cursos de verano, mismo capital que podrán destinar para salir todos unos cuantos días de vacaciones a su lugar favorito o a conocer nuevos destinos.
Es verdad que muchos niños se divierten con sus amiguitos de la escuela en sus cursos de verano, pero también es cierto que necesitan descansar de ellos un tiempo, ¿para qué entonces las vacaciones?
Los papás de hoy pasan mucho tiempo sin sus hijos y en lugar de alegrarse con las vacaciones escolares, para realizar actividades juntos, escucharlos con atención y sin prisas, conocerlos más a través de lo que dicen, lo que les preocupa, lo que desean, la mayoría muestran preocupación porque no saben qué hacer con ellos.
Es muy triste que los hijos “estorben” y si están en casa lo único que se les ocurre para entretenerlos es darles su Ipad, prenderles la televisión o rentarles alguna película, así todos tranquilos, con sus niñeras electrónicas, cada quien en sus cosas y cero atención y comunicación. Luego no se quejen cuando estén más grandecitos que no suelten su “smartphone” y a ustedes ni siquiera los escuchen.
Tampoco les asombre que más adelante, no les cuenten nada de lo que les pasa, ni sus preocupaciones, ni les tengan nadita de confianza y siempre recurran a sus amigos. Se recoge lo que se siembra.
Así que es una muy buena oportunidad el asueto de verano para entablar una mejor relación, vivir esos momentos que no volverán y sentirse atendidos, amados e importantes. Vale la pena hacer un pequeño esfuerzo más por los hijos y serán mejores seres humanos porque estarán seguros que nunca les faltó amor.

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