AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

No vemos que desde las iglesias y sus grupos adherentes se den manifestaciones de repudio por la pobreza y menos por la cantidad de niños en situación de calle en el país.
Menos que organicen brigadas de apoyo a personas vulnerables o realicen manifestaciones de inconformidad por sus padecimientos internos, incluyendo la pederastía o abusos sexuales por parte de pastores por todo éste país, ampliamente reseñados en las redes sociales y medios informativos.
No vemos que se preocupen en lo más mínimo ni en referencia ni en acto, por la carestía de la vida y la corrupción imperante en el gobierno.
Pero eso sí, aparecen como los reguladores de la moral pública desde su criterio vertical e invariable, cuando ya tienen muy calidad moral para cuestionar la sexualidad de las personas, ante sus derechos humanos que obligan, a la ley, a hacerles justicia.
Al Son que me toquen…
Lo vimos en las elecciones 2015 y en las pasadas de 2016, en que López Obrador se montó sobre todo tipo de casos, para tomarlos de bandera en busca de votos, y lo mismo hace ahora con el caso Nochixtlán.
Vemos también en ese mismo escenario de la sucesión presidencial del 2018, al secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong -colocado por los encuestadores como el contrincante natural y del mismo peso de López Obrador- aprovechar el mismo conflicto de la CNTE en ese poblado de Oaxaca, para mostrar sus cualidades como “el Gran Negociador Político del Régimen” peñista, arrebatándole las cámaras a Aurelio Nuño que como hemos visto por éstos días, desapareció de las portadas.
Ya en ese esquema Osorio Chong no desaprovecha nada para sentarse durante horas en una mesa de negociación, y obtener el mejor provecho social, político y mediático comprometiéndose lo menos posible con ese magisterio inconforme.
Es así que las circunstancias permiten mostrarnos a los dos precandidatos punteros de la contienda del 2018 en sus respectivos papeles jalando soluciones distintas para un mismo problema: el de la CNTE en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, pero sobre todo en lo de Nochixtlán, explotado a lo que da por la materia política.
Y es que está en juego entre dos viejos zorros políticos la Presidencia de México.
Faltará ver si la CNTE les da el juego que necesitan; con cuál de los dos jala o, en su caso, a los dos los mandan al diablo y siguen con su lucha legitima y sin contaminarla.

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