Al Son del texto

Tina Rodríguez

No es saludable que la SEP anuncie que la CNTE pierde dominio sobre sus seguidores porque eso no es cierto.
La verdad el Secretario de Educación peca mucho de protagonismo, y es a la fecha el funcionario federal más mediático luego del mismo presidente, generalmente con declaraciones desafiantes, observándose más cordura en la CNTE que éste señor que trata de deslizar que la aplicación de la evaluación de marras es a todas luces unilateral, sin contemplar al magisterio.
Parece ser que éste señor Aurelio Nuño Mayer pretende hacerle creer a la sociedad -ese afán de los políticos- que la culpa de la “mala” calidad educativa en el país es solitaria del magisterio, cuando –se insiste- desde hace casi cuarenta años la CNTE advirtió que la corrupción en el SNTE era enorme, y que la cuestión sindical estaba contaminada por la mano de funcionarios de la SEP que manipulaban todo en perjuicio del movimiento magisterial –hasta un yerno de Elba Esther fue subsecretario de educación para más señas-, primero a permiso de Carlos Jongitud Barrios y luego bajo la tutela sucia de la maestra Gordillo Morales.
Obvio es que la consecuencia de toda esa corruptela impactó a la educación ante el enfrentamiento que desde hace años tienen CNTE-SEP, sin ninguna negociación inteligente, cada bando manteniendo sus posturas durante ¡ya casi cuatro décadas! y es hasta hora de manera unilateral en que la tecnocracia se quiere lavar las manos de manera histórica, deslizando la responsabilidad a la CNTE cuando, la discidencia no es mayoría en el SNTE y por lo tanto en las entidades del país.
Lo que sí es cierto es que las entidades dónde tienen presencia, son las de más rezago educativo, pero eso es en gran parte manipuleo, porque a la vez, son de las más rezagadas socialmente en el país.
Aun sus falsos espejismos, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, una enorme franja del Pacífico, son los estados más pobres de la nación, con decenas de municipios con bajo desarrollo humano y lo peor, con altos índices de desnutrición, datos no aptos como para presumir un buen aprovechamiento educativo.
Esto es que son muchos los factores de responsabilidad de los gobiernos de que se trate, que influyen en un bajo rendimiento en la enseñanza-apredizaje, así que eso no solo es responsabilidad del magisterio.
Pero mientras ambos lados se cuestionan, y desde luego se enfrentan, los supuestos beneficiados de ambos bandos, los alumnos, son los perjudicados.
¿En serio no hay posibilidad de conciliación?
La educación es lo más igualador que hay, es decir es democratizadora. Evidentemente de su calidad –en todos sus niveles- deriva el nivel de vida de los ciudadanos, y desde luego, del desarrollo social y con ello del país.
Hablamos de una cuestión muy sensible que no se circunscribe solo a posturas.
Ambas partes tienen que negociar, y eso es por el bien de México.