AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez 

El tema de los mini-salarios ya no ha sido abordado, como tampoco lo referente a reducir el número de legisladores.
De verdadero interés popular en cuanto a que impacta directamente en la calidad de vida de la familia, la capacidad de pago del salario mínimo del país, es insuficiente para dar una buena calidad de vida a la familia.
Hoy, éste salario está muy lejos de los cien pesos diarios, y aún más de solucionar la demanda diaria del hogar. Es decir que es insuficiente y se contrapone al mandato constitucional del sueldo digno.
No lo es ni por asomo; vamos es el vil sinónimo de la explotación.
Con todo y eso ni los partidos y menos el gobierno y aún menos la iniciativa privada, pugnan por incrementar ese salario que para muchos debe desaparecer, para irlo incrementando en la medida en que se ha encarecido el costo de la vida en México.
Si lo que dice la ley secundaria del artículo 123, es decir la Ley Federal del Trabajo en su Artículo 90, el salario es la cantidad menor que debe recibir en efectivo el trabajador por los servicios prestados en una jornada de trabajo.
Además, este salario mínimo deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades básicas de la familia en el orden material, social y cultural, y apoyar la educación obligatoria de los hijos.
Por último, se considera de utilidad social el establecimiento de instituciones y medidas que protejan la capacidad adquisitiva del salario y faciliten el acceso de los trabajadores a obtención de satisfacciones.
Pero la verdad es que ese salario mínimo no alcanza para ese objetivo, es más, ni para la canasta básica, por hablar solo de alimentos, en el entendido de que los llamados artículos básicos para el hogar comprenden un conjunto de bienes y servicios indispensables para que una familia pueda satisfacer sus necesidades básicas de consumo a partir de su ingreso.
Y se la dejo: tan solo en México, la canasta básica mexicana contempla alrededor de ochenta artículos, entre los cuales encontramos productos para la despensa y servicios como transporte, electricidad, esparcimiento y, la verdad es que ese dinero no alcanza.
La calidad de la comida diaria se ha reducido en los últimos años en éste país, lo que es el reflejo económico de que, la economía nacional, no está bien.
Es decir que México es una nación con hambre, y desde luego con altos índices de desempleo, y los existentes se generan principalmente en el medio urbano, quedando rezagado el rural, en dónde los índices de desnutrición son altos.
Así que ese tema del salario mínimo, da para mucho aún y puede que ese como otros temas de interés nacional sean abordados en otro momento electoral, digamos por allá del 2018.

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