Según el gobierno mexicano el informe que dio a conocer la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la situación del rubro en el país, si bien da cuenta de algunos avances, no refleja la situación general.
O se que para el gobierno de Peña Nieto ese informe parte de “premisas y diagnósticos erróneos”, que no se comparten se apresuraron en precisar en conjunto las Secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores, así como la Procuraduría General de la República.
Y es que según esto, ha sido una prioridad para el gobierno atender las solicitudes de información y audiencia de la CIDH y las visitas que ha hecho este organismo al país, pero de todos modos, para éste organismo en el país se vive una crisis de derechos humanos.
No es muy diferente a lo que opina en lo general la opinión pública nacional, pero como siempre, con esa opinión ciudadana el gobierno federal tampoco concuerda.
Sea de fuera o dentro, el caso es que para el gobierno de la República todo está dentro de lo normal en torno a los derechos humanos, aun los reflejos cuantitativos y para colmo sin solución que han lacerado a México en los últimos tres años, ya no se diga desde hace diez.
Así que es ya inútil emitir un comunicado “oficial” desmintiendo tal observación o informe de la CIDH, que en realidad sí se vive en México.
