El haber permitido el flujo libre de migrantes por México, generó que por miles éstos ingresaran al país a través de caravanas, que desde luego se estaban convirtiendo en una migración sin precedentes, aunque hay registros que llaman la atención, como el hecho de que en el primer semestre del año se incrementó en 132 por ciento la migración de niñas y niños centroamericanos de cero a 17 años de edad, casi en su mayoría acompañados de un familiar, esto en comparación con el mismo periodo de 2018.
Las cifras de los contabilizados indican que 24 mil 597 menores estaban acompañados, mientras ocho mil 525 iban solos. Además este año la cifra de las niñas migrantes casi se triplicó, al pasar de cuatro mil 936 a 13 mil 671, y la de los niños se duplicó al pasar de nueve mil 343 a 19 mil 541.
Respecto a su lugar de origen, los infantes provienen de Honduras, 17 mil 034; Guatemala, 10 mil 069; El Salvador, tres mil 745; y de otras nacionalidades han ingresado al país dos mil 274.
Al inicio, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador dejó pasar tal flujo migratorio, que de paso tuvo impacto en el incremento a la inseguridad, aparte de que erogó recursos para apoyar en alimentación a miles, a los que ahora retiene y hasta impide el paso, luego de la presión ejercida por Estados Unidos “para que México aplique sus leyes migratorias”.
Hoy se pagan las consecuencias de ese error.
