Un grupo de concesionarios de la antes ruta uno de servicio colectivo de Tuxtla Gutiérrez, y que en el sexenio de Juan Sabines fueron obligados a cambiar el modo de servicio por lo que conocemos por Conejobus, reclaman el pago de varios meses que no les ha proporcionado el gobierno estatal, de acuerdo con el rato establecido.
Por las causas que sean, los concesionarios se animaron a hacer la denuncia pública en tanto, otros preferían no confrontarse con el gobierno estatal, que no es para muchos solventes en el cumplimiento de sus compromisos o tratos, en el pago por servicios contratados, o como en éste caso, en apoyo colateral al servicio colectivo de calidad, como se dijo en su momento, y que ha ido perdiendo lustre.
Son decenas las unidades descompuestas, como también mentira que funcionen con Biodissel; la manipulación sobre esa versión fue tal, que unidades de ese servicio fueron llevadas hasta la reunión ecológica en Cancún, sobre cambio climático, y que fueron presunción del sexenio anterior.
Hoy sus concesionarios se dicen en situación de quiebre y reclaman lo que les corresponde.