Innegables los avances de la democracia en Chiapas: Oswaldo Chacón

Durante su participación en la presentación de los resultados del Índice de Desarrollo Democrático en Chiapas organizado por Coparmex Chiapas, el consejero presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, Oswaldo Chacón Rojas, destacó que los avances de la democracia electoral en la entidad en los últimos treinta años son innegables.

Todavía en las elecciones de 1991 hubo votación “zapato” en 50 municipios, y en otros 20 el PRI obtuvo más del 80% de los votos, la oposición no podía registrar representantes en más de la mitad de las casillas, era común que hubiera más personas empadronadas que las que realmente vivían en los municipios, señaló.

De igual forma, recordó, los conflictos poselectorales eran la normalidad, acompañados de toma de alcaldías y solo en cuatro municipios había habido alternancia. Hoy la realidad es otra, ha habido alternancia en todos los municipios de la entidad, vamos a elecciones en los que varios partidos tienen posibilidades de triunfo, donde predomina la incertidumbre en los resultados, y donde funcionan los diferentes eslabones de la cadena de confianza de la organización comicial.

Sin embargo, a pesar de estos avances procedimentales, el Informe demuestra que Chiapas sigue estando junto a Oaxaca, Michoacán, Veracruz y Guerrero en el bloque con nivel de mínimo desarrollo democrático. En Democracia de los ciudadanos se observa desarrollo democrático medio; en Democracia de las instituciones y en la dimensión Social recibe una puntuación de mínimo desarrollo democrático. Por último, en Democracia económica califica con bajo desarrollo. Chiapas no alcanza a superar el promedio nacional en ninguna de las dimensiones del IDD-México.

Por ello, concluyó, se requiere promover políticas de desarrollo social para luchar contra el flagelo de la pobreza y la desigualdad social. Incrementar los esfuerzos para eliminar los rezagos en salud y en educación. Ello es precondición de una ciudadanía activa, participativa y exigente de sus derechos. El paternalismo, el clientelismo y la pobreza no abonan a la democracia. La gran deuda histórica chiapaneca es la injusta distribución del ingreso que no solo genera pobreza y desigualdad, sino que también debilita y vulnera la vida democrática. (Fuente: Silvano Bautista)