Evidentemente no hay buena relación del mandatario no solo con los medios informativos, sino también –aun la asistencia diaria a las mañaneras- con los periodistas.
¿Son un mal necesario para su régimen?
La actitud a alentado una agresión constante a los y las que, tienen un criterio distinto a la llamada 4T y sus planteamientos de gobierno, y eso ha generado una estrategia de respuesta en las redes sociales que busca exhibir a medios y periodistas como “chayoteros”, que no debe ser barata, de la misma manera en que se observa una contra parte que cuestiona toda la política del mandatario, que debe resultar igual de costosa.
Subyace, por decirlo así, una guerra de información y desmentidos, cuestionamientos y ataques todos los días, que al final de cuentas distorsionan la realidad, generan confusión, y desde luego constantes precisiones de parte de la presidencia.
¿Pero por qué se gestó esto?
Todo empezó con el tema del NAIM, al cancelarlo el presidente, y de ahí se volcó un serio ataque desde los grupos que el mandatario llama conservadores a través de periodistas “fifis”, que son los supuestos que patrocinan todos los ataques, y que el propio mandatario exhibió, incluyendo al hijo de Felipe Calderón Hinojosa.
Este asunto está llegando a un enfrentamiento perjudicial para el país, todo buscando desprestigiar a su gobierno, seguramente con miras a las elecciones federales intermedias de 2021.
No se ve otro objetivo.
