No se espera que la sección siete del SNTE, parte de la coordinadora de los trabajadores de la educación, valore el llamado del gobernador Rutilio Escandón cadenas en torno a no suspender clases.
Esto porque sostienen que la Reforma Educativa del Presidente Andrés Manuel López Obrador es parcial, e igual de manipuladora en términos laborales, aunque eso no ha quedado muy claro para los analistas del caso.
Lo que sí ha quedado claro es que al gremio disidente es que no expone lo bueno de dicha reforma, ni lo que ellos en su caso le han aportado a la misma, y menos en qué tiempo se proponen incrementar la calidad de la educación, en especial en entidades con bajo rendimiento educativo, que son precisamente en las que la llamada CNTE tiene presencia: Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán.
Desde luego que las criticas la disidencia las considera una campaña en su contra, sin que se hayan molestado por hacer una evaluación honesta de la opinión de los padres de familia, de los que dicen tienen su apoyo, así como de otras organizaciones sociales coincidentes con su lucha, cuando ese gremio no ha apoyado a nadie en décadas.
Pues ahí está hecho el anuncio de un enésimo paro de labores educativas en Chiapas, y el cruce de llamados y acusaciones entre gobierno y magisterio.
La infancia sigue en medio pagando las consecuencias.