No debió ser fácil la determinación de liberar el libramiento norte a la altura de la Torre Chiapas, luego de que un grupo de inconformes tomó el área en protesta de la liquidación en el pago de interinatos en escuelas técnicas.
El punto es que se han presentado una serie de acciones por otras organizaciones, y la actuación ha sido muy tibia aún se perjudicara el orden público, y esto sucedió desde el cierre del pasado gobierno, porque en materia de vandalismo no se puede deslizar los hechos pasados que incluyeron la quema de la sede de la unidad de Educación Federalizada.
Bien se advirtió que permitir este tipo de actos vandálicos provocaría colateralmente otros, como siempre sucede cuando se permite la anarquía, a grado tal que lesiona el tejido social, lo que se ha visto en primeras acciones en Chenalhó, Chalchihuitán, Oxchuc, Amatán y ahora San Cristóbal, con los antecedentes en Tuxtla, muy aparte de la toma de casetas de cobro o bloqueos de carreteras en distintos puntos del estado.
NO faltarán los que señalen que se dio un acto represivo, y que al final de cuentas el Gobierno del Estado es el deudor, y así se puede ir justificando con mucho la inconformidad de los ciudadanos, sectores y gremios, pero eso nunca justificará dañar los derechos de particulares indistinto sea el modo en que lo hagan.
