Con la ley en la mano

La protesta ha encontrado de siempre múltiples vías para manifestarse; es decir que es más tenaz: las oligarquías son obesas, pesadas.
Se anquilosan y van estableciendo modus operandi que de obsoleto choca con las masas hasta que se da el enfrentamiento en sus muy diversas motivaciones y formulas.
Ha pasado a todo lo largo de la historia humana conocida y, seguramente en la desconocida, allá desde la noche de los tiempos.
Por eso hoy que existen éstas vía, la red de redes, lo ideal es que cuando se proteste que se sustente: eso se llama contundencia; que le mienten la madre al alcalde, al gobernador, al presidente ¿qué?
Apodos, memes, descalificativos insustanciales, ni al caso: son divertimento público, eso sí, y hasta lo pueden ver -los políticos- como parte de la catarsis social.
Pero hay los casos en que aun la contundencia de la crítica, el o la política se enconcha y no hay nada que lo conmueva y con el cinismo más genuino, siguen como si nada, y Chiapas es explotador de ese tipo de clase política, un par de ellos en el senado, otro tanto en la cámara federal de diputados, y la mejor expresión está en el poder ejecutivo que, manipuló a su antojo la constitución local para terminar su mandato y regresar como si nada al senado.
¿O para qué hacerse senador y luego pedir licencia para ser su propio suplente hasta concluir el sexenio, y no regresar a la senaduría?
Ya se conocerá pronto el para qué.