Elio Henríquez/La Jornada l Decenas de miles de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, padres de familia, estudiantes e integrantes de organizaciones sociales y campesinas marcharon este lunes en Tuxtla Gutiérrez para exigir la abrogación de la reforma educativa y ratificar la continuidad del paro de labores iniciado el 15 de mayo pasado.
El secretario general suplente de la sección 7, Manuel de Jesús Mendoza Vázquez dijo antes de que iniciara la manifestación, que se declaró “alerta máxima” en la actual “ruta crítica” del movimiento.
“Todo lo que pueda acontecer de aquí hacia adelante; las confrontaciones, las provocaciones, la represión en contra de maestros, estudiantes, padres de familia y referentes, tendrá un solo responsable: los gobiernos federal y estatal”, agregó.
La marcha, que abarcó una extensión de más de seis kilómetros, partió por la mañana de La Pochota, en el poniente de la capital y concluyó por la tarde en el parque del centro de la capital, donde los docentes mantienen un plantón masivo desde el 15 de mayo como parte de las protestas en contra de la reforma educativa.
Mendoza Vázquez aseguró que el 95 por ciento de los más de 70 mil maestros de Chiapas no inició el ciclo escolar “por la irresponsabilidad del gobierno federal de no responder satisfactoriamente a la demanda central de los trabajadores de la educación del país de abrogar la mal llamada reforma educativa y no buscar ninguna alternativa de solución”.
En tanto, fuentes del gobierno estatal afirmaron que sólo entre 3 mil 500 y 4 mil docentes no iniciaron labores, es decir, el 4 por ciento, ya que únicamente entre mil y mil cien escuelas no laboraron.
Pedro Gómez Bahamaca, integrante de la dirección política de la Sección 7 dijo por su parte que “en lugar de iniciar labores en todo el país las secciones magisteriales hemos construido a partir del 15 de mayo la solidaridad con aquellos y aquellas que no han podido lograr ser escuchados por el gobierno federal ni en los estados, y decidimos seguir avanzado en la construcción de este plan de acción que implica no retornar a clases ni en Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, la Ciudad de México y otros estados donde la CNTE tiene presencia”.
Agregó que ante la falta de respuesta del gobierno federal a sus demandas, existe “un paquete de acciones que están en la mesa y las bases magisteriales deben de tomar las decisiones correspondientes” para llevarlas a la práctica.
“Tenemos claro que no podemos afectar a terceros, sino que nuestro objetivo son los empresarios que han estado dictando cómo implementar un modelo educativo con el gobierno y los charros pero no lo vamos a permitir porque existe el espíritu de presentar el proyecto alternativo construido por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que buscamos sea avalado por las autoridades”, señaló.
A la marcha acudió también un grupo de católicos de la diócesis de San Cristóbal, encabezado por el sacerdote indígena Marcelo Pérez Pérez, párroco de Simojovel, quien manifestó a los profesores: “Estamos con ustedes porque han despertado la conciencia de que las reformas estructurales responden a intereses de organismos financieros internacionales. Por eso el gobierno quiere imponerlas con balas”.
Advirtió: “Si tocan al magisterio nos tocan a todos. Que sepa el gobierno que dentro del magisterio muchos son servidores de la diócesis, catequistas o ministros de la eucaristía. Venimos a unir nuestras voces para que el gobierno resuelva el conflicto por medio de diálogo. Exigimos en nombre de dios solución y no represión”.
Sostuvo que “si un cristiano no es revolucionario en este tiempos no es cristiano, y por eso hoy la Iglesia no puede quedarse al margen en la lucha por la justicia”.