Y pasó la fiebre de los cambios, que se impulsaron desde algún lado del gobierno –que más- pues ni se fue Bayardo Robles Rique, ni Ricardo Aguilar Gordillo y ni Juan Carlos Gómez Aranda.¿Y por qué ellos tres precisamente?
Pues porque son las dependencias que más dinero y poder manejan después del poder ejecutivo.
Ya no va a suceder por la baja en los precios del petróleo, y el alza del dólar, pero infraestructura tenía contemplado una millonaria inversión para Chiapas éste año, de la misma manera educación con eso de la reforma educativa.
La cuestión política es clave en el empoderamiento de personajes en el ámbito regional y de hecho la secretaría de gobierno tiene las riendas e hilos, para ello.
El caso es que no hubo tales cambios y hasta parece que se atoró el de la Secretaría de Pesca, luego de que exhibieron al aspirante en paños menores, y una conversación de Whatsapp en la que no habla muy bien de su padrino, mostrando los niveles de vileza en que se ha caído en la actual política estatal, con eso de la “guerra sucia”.
Igual después pero ante las urgencias financieras es poco posible que por el momento se dé eso de nuevos cambios, pues al parecer el cambio maquillado del Secretario de Hacienda, fue suficiente.
