Hoy llega el Papa a México, para iniciar mañana sus giras por el país, en dónde se incluye a Chiapas para el día 15 con dos misas, una en Tuxtla Gutiérrez y otra en San Cristóbal, en las que se esperan mensajes de contenido evangelizador, en una entidad que ya dejó de ser de mayoría católica desde hace varios años.
A menos de un cuarto de siglo que un vicario de Cristo pisara la entidad, un nuevo Papa hace presencia, éste el primer no europeo y latinoamericano en la historia vaticana, y con mucha tendencia a romper los protocolos que a un jerarca como él se le disculpan, o se le disculparán, pues no se imagina a un México sin relaciones con la santa sede.
Son muchos los que esperan que el papa diga algo en torno a la realidad mexicana, y de hecho va a visitar dos puntos medulares de ello, como lo son Michoacán tierra de los según desaparecidos o desarticulados Caballeros Templarios, y Ciudad Juárez, otra zona de terror en dónde los femicidios alcanzaron fama mundial, y Ecatepec, en el estado de México, uno de los lugares con más altos índices de levantones y asesinato de jovencitas, y desde luego nuestra entidad, cuna del último movimiento de rebelión indígena, y parte de las zonas más pobres del continente.