Las versiones de que pronto habrá novedades en el senado por las declaraciones de Zoé Robledo no se hicieron esperar en las redes sociales.
El senador chiapaneco sabe como pocos del nuevo alcance de las redes, y desde luego sus operadores mueven lo necesario para dejar en claro la molestia del legislador por la clara cargada que se registra al interior del PRD, a favor de Baysade, un militante de reciente ingreso más académico que político según muchos.
No es la primera vez que eso sucede en el PRD, pero se acendra ahora porque los llamados “Chuchos” perderían el dominio de la estructura, posiciones políticas, dinero, porque eso es todo, poder.
No han sido los Chuchos, ni Jesús Ortega, ni Jesús Zambrano y menos Carlos Navarrete quienes hayan democratizado al perredismo al interior; su mal trabajo político y de cobertura queda expuesto por los pobres resultados electorales en las federales intermedias y en las estatales de 2015; viene otra prueba para 206, y los Chuchos la quieren conducir, pues significan 14 gubernaturas aun no tengan posibilidad en ninguna, de acuerdo a las estadísticas.
Robledo desde luego busca posicionarse al interior de su partido; sabe que para su objetivo primero que es la gubernatura del estado, no cuenta con partido estatal, pues de lo que hubo en 2000 y 2006 ya no queda nada, más que una dirigencia estatal endeble y sin presencia entre sus bases, a fuerza de un líder que no ha logrado unificar a las diversas tribus estatales.
Por lo que sea, pero el caso es que el senador Robledo esta molesto con su partido.
