La NASA está reclutando participantes para vivir y trabajar en un hábitat aislado de 160 metros cuadrados conocido como Mars Dune Alpha
La NASA se está preparando para ejecutar simulaciones terrestres de larga duración que se aproximarán mucho a una misión real al Planeta Rojo. La agencia espacial ya está aceptando solicitudes de participación, pero ¿tienes lo que se necesita?
El próximo programa lunar Artemisa es un trampolín para el objetivo más ambicioso de enviar personas a Marte. El plan actual podría ver a los astronautas estadounidenses en el Planeta Rojo en solo 12 años, y los preparativos para esta misión tremendamente histórica ya han comenzado.
Los humanos nunca han hecho un viaje a Marte, por supuesto, lo que dificulta predecir algunos de los desafíos que pueden surgir durante una misión. Las simulaciones, aunque no son perfectas, pueden ayudar en este sentido. Con ese fin, la NASA ejecutará el Analógico de exploración de rendimiento y salud de la tripulación, o CHAPEA (según sus siglas en inglés), con el fin de “desarrollar métodos y tecnologías para prevenir y resolver posibles problemas en futuras misiones de vuelos espaciales tripulados a la Luna y Marte”, como señaló la agencia espacial en un comunicado.
La NASA ahora está aceptando solicitudes de participación y su comunicado de prensa se parece mucho a un anuncio de trabajo convencional. Pero esta posición estaría lejos de ser ordinaria. La agencia espacial está buscando “individuos altamente motivados” para participar en una de las tres simulaciones terrestres de larga duración planificadas para los próximos años, la primera de las cuales podría comenzar a fines de 2022.
Cuatro miembros de tripulación participarán en cada simulación y trabajarán en un hábitat aislado llamado Mars Dune Alpha. Con sede en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Texas, el hábitat de 160 metros cuadrados impreso en 3D contará con habitaciones privadas, una cocina, dos baños, un área médica y espacios dedicados para trabajar (incluyendo un lugar para cultivar), hacer ejercicio y simplemente pasar el rato.
Pero estas no serán unas vacaciones de un año, ya que la tripulación tendrá que valerse por sí misma en algunas condiciones estresantes. Para simular el hecho de viajar y trabajar en Marte, la tripulación tendrá que lidiar con un acceso limitado a los recursos, equipos averiados, un retraso en las comunicaciones con la Tierra, cargas de trabajo intensas y factores de estrés ambiental destinados a imitar la vida en Marte. También se pondrán a trabajar, realizarán tareas de rutina, realizarán caminatas espaciales simuladas, experimentos científicos, probarán equipos de realidad virtual y controlarán de forma remota dispositivos robóticos.
Mientras esto sucede, la tripulación será monitoreada por su desempeño y también por su salud física y conductual. Al realizar estos movimientos, la NASA espera detectar brechas y desafíos imprevistos, y después encontrar las soluciones necesarias. Dicho esto, una simulación no capturará todos los detalles y riesgos de una misión real. La tripulación no estará expuesta a una radiación excesiva, ni tendrá que soportar condiciones de baja gravedad, entre otros peligros, tanto previstos como imprevistos.
No hace falta decir que la NASA va a ser exigente a la hora de seleccionar a quién formará parte de las simulaciones de CHAPEA, ya que se adherirá a sus criterios estándar para elegir astronautas. La agencia espacial busca “ciudadanos estadounidenses sanos y motivados o residentes permanentes que no fumen, tengan entre 30 y 55 años de edad y dominen el inglés para una comunicación eficaz entre la tripulación y el control de la misión”.
Lo siento, fumadores, no pueden ir al Marte falso, pero además, como escribe la NASA en la página de solicitud de CHAPEA, el proceso de selección es estricto:
Los finalistas se someterán a evaluaciones médicas, pruebas psicológicas y exámenes psiquiátricos para determinar la idoneidad para una misión de aislamiento de larga duración que es exigente tanto física como mentalmente. Todos los exámenes y sus gastos asociados se organizarán y pagarán a través de la NASA. No se seleccionarán candidatos si tienen alergias alimentarias, evitaciones o trastornos gastrointestinales, ya que no se pueden acomodar en una misión de larga duración. Los candidatos deben estar dispuestos a proporcionar las muestras biológicas solicitadas en los días requeridos y deben consumir la dieta similar a un vuelo espacial proporcionada durante la misión. Los candidatos no deben ser propensos a marearse con el equipo de realidad virtual. Los candidatos que reciban medicamentos específicos serán descalificados, como por ejemplo: medicamentos para la presión arterial, anticoagulantes, medicamentos para las convulsiones, medicamentos para las alergias diarias, insulina para diabéticos todos los días, ayudas para dormir, medicamentos para el TDAH/TDA, antidepresivos, medicamentos para la ansiedad. No se permitirán complementos alimenticios durante la misión. La vitamina D se proporciona durante las misiones. Todas las demás vitaminas están disponibles en el sistema alimentario de los vuelos espaciales y no se permiten vitaminas añadidas. Los candidatos deberán tener la vacuna contra el COVID-19 y mostrar prueba de vacunación completa. Los candidatos deberán obtener su propia prueba de PCR COVID-19 y mostrar evidencia de un resultado negativo. Se requerirá que los participantes sigan los protocolos de mitigación de riesgos COVID-19 vigentes en el campus de JSC al momento de su visita.
Los participantes también deben tener una maestría en un campo STEM (ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas) y dos años de experiencia profesional en STEM, o 1.000 horas de experiencia como piloto.
Estos falsos astronautas serán compensados por sus esfuerzos, pero no se proporcionaron detalles al respecto. El proceso de postulación se abrió el 6 de agosto de 2021 y cerrará el 17 de septiembre de 2021. Puedes postularte aquí, donde encontrarás el resto de los requisitos laborales.
Para los solicitantes, ¡mucha suerte! En cuanto a aquellos de ustedes que esperan estar entre los primeros colonos en establecerse permanentemente en Marte, eso probablemente nunca sucederá a menos que estén de acuerdo con algunas modificaciones y aumentos corporales serios. En pocas palabras, los humanos no están hechos para el planeta rojo.