Édgar H. Clemente/La Jornada/Tapachula, Chis. – La última caravana de migrantes que salió de la frontera sur con unos mil 500 extranjeros siguió esta tarde su andar de Escuintla hacia el municipio de Mapastepec, Chiapas, con apenas la mitad de sus integrantes.Muchos se han entregado al Instituto Nacional de Migración, otros han avanzado por su cuenta para no esperar a los demás y otros han retornado a Tapachula, de donde salieron el pasado 26 de enero.
El grupo ha decidido caminar por las noches, como lo han hecho los últimos contingentes, para evitar los estragos de las altas temperaturas del día en la región, que superan los 30 grados centígrados.
“Aquí seguimos, no nos rendimos, vamos para adelante”, dijo la venezolana Yuridia González, quien viaja con su esposo y una niña de cinco años.
La familia asegura que intentarán llegar a los Estados Unidos aunque Donald Trump haya cerrado la frontera y enviado cientos de militares para resguardarlas.
“Ni Trump nos detiene, vamos hacer el intento de llegar, ya cruzamos la selva, ya sufrimos mucho para rendirnos ahora”, agregó la sudamericana de 39 años de edad.
El contingente partió de la frontera sur el pasado domingo 26 de enero. Apenas unos días después que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos.
Desde que el republicano ganó las elecciones en noviembre pasado se han conformado 11 caravanas que salieron de la frontera con Guatemala. Todos los grupos han sido disueltos entre los Estados de Chiapas y Oaxaca.