CIENCIA Y TECNOLOGIA

La sonda InSight nos permite entender por fin cómo es el interior de Marte

Los datos de los terremotos marcianos han servido para desgranar las capas del planeta

Después de años de arduo trabajo sobre la superficie de Marte, la sonda InSight de la NASA ha empezado a cosechar sus frutos. Los datos recogidos por la sonda han cristalizado en tres nuevas investigaciones que acaban de ser publicadas en la revista Science y que por primera vez nos permitirán entender con exactitud cómo es el complejo interior del planeta rojo.

“Estos tres estudios nos muestran las importantes limitaciones de la estructura actual de Marte y también son clave para mejorar nuestra comprensión de cómo el planeta se formó hace miles de millones de años y evolucionó con el tiempo”, escribieron Sanne Cottaar y Paula Koelemeijer, sismólogos de la Universidad de Cambridge y de la Universidad de Londres quienes no participaron en la investigación, en un artículo sobre los nuevos datos.

Desde que aterrizó en el cráter de la Planicie Elísea en noviembre de 2018, la sonda InSight ha estado analizando los terremotos marcianos que recorren de punta a punta las entrañas del planeta. Como las ondas sísmicas no se propagan ni se mueven en todos los materiales por igual, los científicos son capaces de analizar las oscilaciones que se producen en estas ondas y determinar aspectos diversos de la composición de las distintas capas de Marte, como su grosor, su densidad o cómo interaccionan entre sí esas capas.

El primero de los estudios publicados analizó el grosor y la composición de la corteza, una de las tres grandes capas que componen el interior del planeta, al igual que ocurre en la Tierra. El equipo descubrió que esta capa tenía un grosor de entre 20 y 39 kilómetros aproximadamente y que contiene más materiales que la Tierra que generan calor radiactivo, como el torio o el uranio. Esto ayudaría a explicar también por qué se pierde más calor en la superficie de Marte que en la Tierra.

El manto, la capa intermedia del planeta, es más gruesa que en nuestro planeta, explicó el segundo equipo de investigadores, que afirmaron que tenía unos 500 kilómetros de espesor frente a los 410 kilómetros que tiene la Tierra. Amir Khan, geofísico de ETH Zürich y coautor del estudio, nos explicó que si bien la mineralogía del manto superior del planeta es similar a la de la Tierra, la composición de los dos planetas es diferente, lo que indica que los dos planetas se formaron de forma distinta.

La tercera investigación, encargada del núcleo, reveló que el núcleo marciano es más grande de lo que se creía inicialmente. Está principalmente compuesto de hierro fundido, al igual que ocurre con el núcleo terrestre. Los resultados del estudio también indicaron que el núcleo de Marte se habría enfriado más rápido que el de la Tierra, creando una geodinamo que consiguió hacer que se mantuviese durante un tiempo el campo magnético de Marte, aunque ahora haya desaparecido casi por completo y tan solo queden ciertos parches de magnetismo sobre las rocas del planeta.

“El tamaño del núcleo marciano, las capas de la corteza y su gruesa litosfera proporcionan información importante sobre la evolución térmica y dinámica de Marte”, escribieron Cottaar y Koelemeijer. “En los próximos años, a medida que podamos medir más terremotos, los científicos perfeccionarán estos modelos del planeta rojo y revelarán más enigmas de Marte”.

Todos estos enigmas, que los científicos están desgranando poco a poco, nos permitirán entender más cosas sobre la evolución de Marte, de la Tierra y del resto de objetos rocosos de nuestro Sistema Solar.

Via: Gizmodo

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