El poeta español Francisco Brines, fue galardonado en noviembre pasado con el Premio Cervantes. Foto tomada del Twitter de @InstCervantes
ARTE Y CULTURA

Murió Francisco Brines, el último Premio Cervantes

Madrid.- Francisco Brines, el poeta de los naranjos, el último bastión de una de las escuelas literarias españoles más importantes del siglo XX, la Generación de los 50, falleció a los 89 años de edad en un hospital de la ciudad valenciana de Gandía, donde estaba ingresado desde la semana pasada. Con la figura de Brines se va uno de los poetas más venerados, una voz que intentó explicar un siglo tan atribulado y violento como el XX y que vivió con una máxima poética: “Somos un paréntesis entre dos nadas”.

Un vocero de la Fundación Francisco Brines informó del fallecimiento del poeta Brines en uno hospital público de Gandía, una ciudad de la costa mediterránea de Valencia, a sólo 25 kilómetros de la que fue su ciudad los últimos años de su vida, Oliva, donde vivía rodeado de naranjales, pelargonios, limoneros y buganvillas. Se recluyó en su casa, con sus libros, cuando ya las dolencias por su edad y por una larga vida de trabajo, creación y lecturas hacían mella y le obligaron a recluirse. De hecho el gran reconocimiento literario de su vida, el Premio Cervantes, que le fue concedido el año pasado, ni siquiera lo pudo ir a recoger. Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, viajaron hasta su casa en Oliva el pasado 13 mayo para entregárselo personalmente.

Sólo dos días después de recibir el galardón, con el que pasó a formar parte del gran parnaso literario de las letras, Brines (1932) tuvo que ser ingresado en el hospital por una hernia. Una dolencia aparentemente menor, que finalmente se complicó por su precario estado de salud y que finalmente le provocó la muerte.

Brines pertenece a la llamada Generación de los 50, también llamada Generación de los Niños de la Guerra, en la que también están otros poetas fundamentales del siglo XX en España, como Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Carlos Barral, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo y los novelistas Rafael Sánchez Ferlosio, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, Luis Martín Santos, García Hortelano y Luis Goytisolo. Y también el poeta gaditano José Manuel Caballero Bonald, su amigo, quien murió hace sólo dos semanas a los 94 años.

Brines, quien además de poeta es licenciado en derecho, filosofía y letras románicas e historia, publicó su primer libro, Las brasas, en 1959, y a partir de ahí inició una prolífica trayectoria literaria que mezcló con su otra gran vocación, la enseñanza, que ejerció en las universidades de Cambridge y Oxford. Uno de sus libros fundamentales es sin duda su poesía completa, en la editorial Tusquets, Ensayo de una despedida, en la que diserta precisamente sobre esa máxima que rigió su vida: “Somos un paréntesis entre dos nadas”.

(La Jornada)

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