Festejan al cuentista, poeta y narrador Agustín Monsreal

. Celia Pedrero recordó que, a la par de sus 80 años de vida, Monsreal celebra 50 años de impartir talleres en todo el país

El poeta y narrador Agustín Monsreal (1941) es “uno de los mejores cuentistas latinoamericanos y un maestro de la literatura en nuestra lengua”, comentó ayer el escritor Carlos Martín Briceño.

Se ha vuelto una referencia obligada para los que escriben y leen relatos, es un ejemplo de que la mejor manera de trascender es permanecer fiel a aquello en lo que uno cree”, agregó durante el homenaje virtual 80 años de Agustín Monsreal realizado en el marco de la novena Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey).

El quehacer acucioso de Monsreal destaca en aquellas historias contundentes que no necesitan demasiadas páginas para atrapar al lector y mantenerlo atento como si de un filme de acción se tratase, al filo de la butaca”, añadió.

Sobre el escritor yucateco, Celia Pedrero recordó que, a la par de sus 80 años de vida, Monsreal celebra 50 años de impartir talleres en todo el país. “En sus talleres era contagiosa su pasión por el cuento, por la perdurabilidad del instante. Hablaba sobre la importancia de la lectura, contaba anécdotas y cada participante leía su cuento. Estas reuniones se distinguieron por el respeto, la franqueza y el fomento de la búsqueda de la propia voz”.

Ante el director de la Filey, Enrique Martín, el editor Javier Perucho describió algunas de las obras de Monsreal y subrayó la importancia de cada uno de los títulos publicados. Es autor de los libros de relatos Los ángeles enfermos y Deslealtades del destino y de los poemarios Punto de fuga y Esto que pasa en mi corazón.

VISITANTES RECORREN POMPEYA

Poco a poco el turismo regresa a los museos y zonas arqueológicas italianas, cerradas durante meses por la pandemia de covid-19. En la imagen un grupo de turistas recorre el sitio arqueológico de Pompeya, ubicado en la región de Campania, al sur de Italia y considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1997. La erupción del monte Vesubio, en el año 79, d.C., enterró a la ciudad romana de Pompeya en ceniza y piedra pómez. (Excélsior)