“Me impacienta el proceso de vacunación porque va muy lento. Aunque sé que esto es un problema universal”, Margo Plantz, escritora. Fotos: Eduardo Jiménez y Archivo Excélsior “No me he vacunado, porque no me toca todavía. Pero tengo mucha fe en los médicos mexicanos”, Elena Poniatowska, escritora. “Sigo trabajando, pero no con el entusiasmo de antes. Estoy preocupado porque aún no hay fechas para nada”, Vicente Rojo, artista plástico.
ARTE Y CULTURA

Tres grandes creadores aguardan vacunas con desesperanza y temple

. Las escritoras Margo Glantz y Elena Poniatowska, así como el artista plástico Vicente Rojo hablan del año que vivieron confinados

Ciudad de México – Con una desesperanza intermitente, con intervalos de paciencia e impaciencia, con una cantidad infinita de trabajo y el uso perpetuo de la plataforma Zoom”, afirma la escritora Margo Glantz, ha enfrentado el año de encierro y aislamiento obligado por la pandemia.

A un año del primer caso mortal de covid-19 en México, que se cumple hoy, la ensayista y crítica literaria comenta que “ha sido demasiado tiempo de cautiverio” y que todo empezó con un solo personaje que propició dos millones de contagios en el país. “El virus se ha expandido con una rapidez exponencial”.

La académica de 91 años dice que la pandemia ha postrado a todos los países ante “un problema económico brutal” que ha generado mayor violencia.

Añade que, “obviamente”, se pondrá la vacuna, cuando le toque a su alcaldía. “Me impacienta el proceso de vacunación porque va muy lento. Aunque sé que esto es un problema universal, aún no acabo de entender qué pasa en México. Creo que hay demasiada información incompleta y esto genera confusión”.

“Sigo trabajando, pero no con el entusiasmo de antes. Estoy preocupado porque aún no hay fechas para nada”, Vicente Rojo, artista plástico.

“No me he vacunado, porque no me toca todavía. Pero tengo mucha fe en los médicos mexicanos”, Elena Poniatowska, escritora.

Por su parte, el pintor y escultor Vicente Rojo, quien se resguarda en su casa de Cuernavaca desde hace un año, admite que, tras estos meses de incertidumbre propiciada por el coronavirus no se encuentra de buen ánimo.

Sigo trabajando, pero no con el mismo entusiasmo de antes. Estoy preocupado e inquieto, porque aún no hay fechas para nada. Parecía que el 2021 iba a ser otro año, pero creo que será una continuación del anterior”, detalla el artista de 88 años.

Ni siquiera la aplicación de la vacuna contra covid-19 le da esperanza. “Ya me registré. Creo que en algún momento me tocará, espero”.

Quien no pierde su buen humor es la escritora Elena Poniatowska. “No me he vacunado, porque no me toca todavía. Pero tengo mucha fe en los médicos mexicanos. Tengo uno maravilloso, Gustavo Reyes Terán, que Francisco Toledo quería mucho. Lo conocí con Andrés Henestrosa. Es muy bueno, y además guapo”, cuenta entre risas.

A sus 88 años, la novelista está por terminar la segunda parte de su novela El amante polaco, que recrea la historia de su ancestro, el último rey de Polonia. “Me tengo que apurar, porque ya me caigo de vieja, ya sólo puedo bailar la Danza de los Viejitos”, añade quien piensa que “cualquier vacuna es buena y en cuanto me toque me voy a ir a formar”.

(Ap)

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *