El Infierno en doce pasos, es una novela negra escrita por Raúl Rodríguez, basada en testimonios reales. Foto Portada del libro
ARTE Y CULTURA

Presentan ‘El infierno en doce pasos’, novela negra sobre vidas al límite

Ciudad de México – Sin amor propio, la autodestrucción es simplemente, imparable, dice Raúl Rodríguez, autor de la novela “El infierno en doce pasos”, crónica novelada de hechos reales conocidos por el autor durante su labor social con grupos vulnerables desde enfermos desahuciados hasta gente en situación carcelaria. Personas que sufrieron situaciones al límite de su ser y que fueron auxiliadas en esos momentos tan difíciles por un ejército de voluntarios que significan desde su noble labor, una luz en la oscuridad.

Editada por Cangrejo Editores, “El infierno en doce pasos” es una novela en la que Raúl Rodríguez, narra con una detallada capacidad descriptiva casos de incesto, prostitución y suicidio, pero también de salvación personal, introspección y catarsis, que desembocan en un final inesperado en aquellos que logran dar la batalla espiritual que les permite “nacer dos veces”.

La novela negra encuentra en este escritor mexicano un relevante exponente. Cabe agregar que con “El infierno en doce pasos”, Cangrejo Editores inicia su colección que deleitará a los amantes de este género e invitará a muchos lectores a adentrarse en este género literario.

Raúl Rodríguez Rodríguez nació en la Ciudad de México y pertenece a las generaciones que crecieron en la crisis. Ha compaginado su labor profesional y académica, con una afanosa búsqueda de caminos espirituales, que lo han llevado a recorrer el planeta, destacando sus retiros en Cochín, India, y Colombo, Sri Lanka. Es administrador de empresas, analista político y escritor acucioso de la interacción humana. Su experiencia periodística le ha provisto de las herramientas para crear y recrear historias imaginarias, que rondan los linderos de la realidad y del absurdo. Ha publicado la novela de ficción política “Coro de Monólogos” (editorial Tercer Escalón, 2012). (La Jornada)

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