Exhorta AMLO a involucrados en conflicto Aldama-Chenalhó a conciliar

El presidente Andrés Manuel López Obrador exhortó a autoridades, dirigentes agrarios, defensores de derechos humanos, líderes religiosos, evangélicos y todos los que intervienen en el conflicto agrario entre Aldama y Chenalhó, Chiapas, a construir un acuerdo para conseguir la paz y la conciliación entre ambas comunidades.

Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, advirtió sobre la “intervención de factores externos que quieren alentar” la confrontación, que ha dejado 26 muertos y 24 heridos.  Entre ellos mencionó un grupo paramilitar, sin evidencia de vínculos con los municipios.

Frente a las agresiones y emboscadas sistemáticas, en conferencia de prensa el presidente llamó “a todos lo que intervienen en este conflicto y en otros a que se unan, se vean como hermanos, que no haya motivo para la confrontación, para el odio.

“Las autoridades constitucionales, tradicionales, dirigentes agrarios, asesores de las organizaciones sociales no gubernamentales, de defensa de derechos humanos, pastores de iglesias evangélicas, sacerdotes católicos, todos, tienen que ayudar para conseguir la paz”, porque no se trata de decir éstos son los buenos y los otros son los malos”.

Se trata, indicó, de armonizar entre todos sin inclinarse en favor de nadie; “atenderlos a todos, escucharlos a todos, respetarlos a todos… Es nuestro trabajo y lo estamos y lo vamos a seguir haciendo. Nada más aclarar que debemos buscar la reconciliación porque es fundamental”.

Resaltó que en Chiapas hay buenos ejemplos de ello, y destacó convivencia en armonía entre evangélicos y católicos. También citó que en Oaxaca se obtuvieron buenos resultados en conflictos por límites durante décadas, “ya sea municipales, ejidales o comunales y muchos muertos de un lado y de otro. De repente van organizaciones sociales auténticamente pacificistas, partidarios de la no violencia, y hacen trabajo de conciliación, me consta, y logran acuerdos entre los pueblos”.

En Palacio Nacional, narró cómo le conmovió que huérfanos que habían perdido a sus padres en este tipo de enfrentamientos firmaron la paz.  “Ahí están esas experiencias, hay que orientarnos a eso, no ponernos en un lugar y cerrarnos a escuchar a los otros”.

El mandatario resaltó que el conflicto entre Aldama y Chenalhó es entre la misma gente, sin diferencias sustanciales. “No es el caso de una oligarquía que oprime a un pueblo. En estos casos son situaciones de otro tipo y da mucha tristeza de que entre el mismo pueblo, la misma gente, los mismos hermanos se estén confrontando.

“No queremos violencia, no queremos que nadie sufra y todos podemos ayudar. Tiene que ver también con un replanteamiento sobre nuestra responsabilidad como dirigentes”, afirmó. (La Jornada)