Foto en el Palacio Nacional de México el 13 de noviembre de 2019. Edgard Garrido / Reutersv
SALUD

La salud de los pobres no es prioridad de AMLO

  • La fragante violación a los derechos humanos de los migrantes centroamericanos por parte del gobierno mexicano, así como la criminal austeridad aplicada a atender la salud de los más pobres, son otros estigmas que perseguirán para siempre al presidente López Obrador.

Después de la visita de varios diputados federales, comandados por la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara baja, Laura Angélica Rojas y del combativo Porfirio Muñoz Ledo, quedó más que demostrado que en aras de mantener contento a Donald Trump, el gobierno de la 4T está dispuesto a todo, incluso violar los derechos fundamentales de miles de personas que huyen de la violencia y la falta de oportunidades.

Paralelo a ello, el estrangulamiento de todo el sistema de salud, merced a un recorte criminal de recursos presupuestales, amén de la desaparición del Seguro Popular, para dar paso a un bodrio denominado Insabi, está matando a pacientes y haciendo más miserable la vida de cientos de personas pertenecientes a los sectores más marginados de la sociedad.

La diputada Mónica Almeida exhortó al Ejecutivo federal a dejar de jugar con la salud y bienestar de los mexicanos, pues pese a sus ambiciosas promesas de brindar atención gratuita a todas las personas, lo cierto es que no ocupa el dinero presupuestado para el sector y sigue recortando fondos, “lo que convierte sus planes en palabras vacías”.

AMLO solo elude culpas propias para justificar el desabasto de medicamentos e insumos en los hospitales públicos; sin embargo, nunca se había visto tal crisis. Al contrario, había nosocomios que eran la envidia de otras regiones en el mundo.

Los subejercicios causados, principalmente por la ineptitud y por ahorros que después se canalizan a los programas sociales de López Obrador y sus obras de relumbrón, son los que han provocado la inédita crisis existente en el sector salud.

La salud de los más pobres no es una prioridad para el presidente de la República, como sucede en el resto del mundo y así lo demuestran estas cifras. En 2019 este sector solo representó el 2.4 por ciento del PIB, mientras que en el año 2012 se ubicó en 2.8 por ciento.

En comparación, del total del Presupuesto de Egresos para el 2020, el sector salud capta el 2.11 por ciento, mientras que los programas asistencialistas de Bienestar –tan criticados por su ausencia de resultados y operatividad– alcanzan el 2.8. Para que exista Bienestar primero debe de haber salud.

Por si esto fuera poco, en marzo del año anterior destacaron subejercicios por casi siete mil 300 millones de pesos en gastos relacionados con la compra de fármacos y productos químicos de laboratorio, así como pago de servicios profesionales, lo cual sin duda limita la capacidad del sistema al contar con menos insumos para atención médica.

Para tener un panorama general del desbarajuste causado por la 4T en el sector salud, habría que apuntar que la OMS ubica a México en la posición 51 a nivel mundial. Economías muy por debajo de nuestro país, dice la legisladora Almeida, como Jamaica, Paraguay, Costa Rica, Dominica, Chile, Colombia y Cuba, entre otras, cuentan con un mejor sistema de salud que el nuestro.

Via: https://www.elfinanciero.com.mx/

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