ARTE Y CULTURA

Exhibe el CCUT obras elaboradas por personas presas

Una mirada más allá del arte es la que propone la muestra Ícaros y alas: Libertad desde la cárcel, que se mantiene en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) hasta el próximo 2 de febrero.

Integrada por más de una treintena de obras, entre pintura, escultura, instalación y fotografía intervenida, está concebida como un puente para acercar a la sociedad y personas que incluso en prisión, mediante la creación plástica, han encontrado “otras formas” de libertad.

Esta propuesta se debe al grupo Kolëctiv.feat, integrado por 10 reclusos y seis ex convictos cuya fundación se remonta a 2017, a partir de los talleres de expresión artística que desde ese año imparte la artista Lulú Sánchez Puig en el Reclusorio Varonil Norte.

En un recorrido para medios de comunicación, el cual contó con la asistencia de nueve de los artistas reclusos y cuatro de los que se encuentran en libertad, Lulú Sánchez Puig explicó que Ícaros y alas: Libertad desde la cárcel, al igual que el citado taller, trasciende las fronteras del arte.

Lo que buscamos es, por medio del ejercicio artístico, generar reflexiones sobre la libertad, la empatía y las creencias limitantes, así como impulsar procesos de transformación en artistas privados de la libertad física”.

Entrevistada, contó que los integrantes del  colectivo trabajan entre 45 y 50 horas a la semana, enfocándose principalmente a la pintura. Además de lo práctico, dijo, estudian de manera conjunta a los grandes maestros del arte contemporáneo, desde el impresionismo hasta las nuevas tendencias del siglo XXI.

La idea del proyecto —el cual es apoyado por el Programa Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura federal y la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México— es que por conducto del arte los internos vean las limitaciones propias y genere en ellos la necesidad de intervenir sus realidades, señaló la artista, quien adelantó que existe la propuesta de llevar esta iniciativa a otros centros penitenciarios de la ciudad y el interior del país.

Custodiados por un fuerte dispositivo de seguridad, los nueve artistas reclusos coincidieron en asegurar cómo la práctica artística ha transformado sus vidas al interior de prisión y ha sido un medio para conocer y ejercer otras formas de libertad: la creativa y la de alma.

Inclusive han logrado superar limitaciones físicas, como es el caso de Gerónimo Duarte Amador, preso por un delito que asegura no cometió: robar 100 pesos a un taxista y quien padece debilidad visual a raíz de un golpe en la cabeza.

Pese a no enfocar a más de 10 centímetros de distancia y no distinguir colores, el artista  ha “logrado expandir su su consciencia y espiritualidad” por medio de la pintura gracias a sus compañeros, quienes siempre están dispuestos a ayudarlo y lograr así una obra en comunidad.

En el recorrido también participaron el subsecretario del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, Hazael  Ruiz, y el director del CCUT, Ricardo Raphael de  la Madrid. El recinto está ubicado en Ricardo Flores Magón 1, Tlatelolco.

Via: La Jornada

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