Bernardo González,presidente de la Asociación Mexicana de las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES). Foto Jesús Villaseca/ Archivo
FINANZAS

Consar facilita trámite para cambiar de Afore

Ciudad de México – La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), informó que desde el pasado 24 de enero entró en operación el nuevo Folio de Conocimiento del Traspaso (FCT), el cual tiene el objetivo de facilitar a los trabajadores los trámites para realizar el cambio de su cuenta Administradora de Fondos para el Retiro (Afore).

En un comunicado, el organismo regulador y supervisor indicó que este nuevo trámite protege en todo momento la autenticación de la identidad del trabajador, dotándolo de mayor información sobre el tema. Dicho documento sustituye por completo la Constancia sobre Implicaciones del Traspaso (CIT).

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Ahora, el trabajador podrá solicitar su Folio de Conocimiento del Traspaso a través de medios remotos mediante los cuales recibirá información relevante sobre la Afore a la que desea cambiarse,

Con dicha medida se busca en todo momento que los ahorradores puedan tomar una decisión informada sobre el cambio de su cuenta individual a otra Afore.

La solicitud del FCT es un trámite no presencial, por lo que los trabajadores podrán obtener este documento sin acudir a su Afore, a diferencia de como ocurría anteriormente con la solicitud de la CIT para el cambio de administradora.

De acuerdo con la Consar, durante 2019 un total de 3 millones 95 mil trabajadores mexicanos tomaron la determinación de pasarse de una Afore a otra.

El cambio de Afore es una decisión informada que los trabajadores deben tomar con la mayor responsabilidad para que siempre tengan los mejores beneficios. Al respecto, cabe mencionar que no todos los momentos son favorables para realizar el traspaso de su cuenta.

La Consar recomienda a los cuentahabientes evitar cambiarse de Afore cuando se presenten minusvalías (las cuales se ven reflejadas en sus estados de cuenta como rendimientos negativos), dado que ello tiene como consecuencia que esas minusvalías se conviertan en una pérdida efectiva no recuperable en sus ahorros. (La Jornada)

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