El presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina en Palacio Nacional. Foto/Guillermo Sologuren
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Alfonso Carbonell Chávez

  • Se rifa un país

Con relación al tema que ha desbocado voces de rancias críticas contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, me refiero por supuesto a las opciones de venta del avión presidencial que de no lograrse, planteó de manera jocosa y como última opción -nada seria por supuesto-, de rifar la nave de más de 130 millones de dólares (2,450 millones de pesos al tipo de cambio de hoy 18.85), emitiendo 6 millones de “cachitos” a un precio de venta de 500 pesos, con lo que se recaudarían hipotéticamente por supuesto en caso de vender la totalidad, un monto cercano a los 3 mil millones de pesos, aún superior al costo de evalúo de 2.4 mil millones de pesos.

Que hacer, digo en caso de sacarse la rifa del cochi-avión.

Pero si alguien pudiera invertir 10 mil pesos para comprar el entero y ganara el avión, la sola posibilidad de que un proletario con crédito del Infonavit le atinará, el sólo hecho decía, provoca  en muchos una ofensa a su “inteligencia” y se cuestionan haciendo rabietas; ¿dónde putas lo voy a meter? Y sí, ni hablar, tienen razón. ¡Qué dilema! (Jejeje). Pero claro en su sesudo análisis y muchos cargados de soeces comentarios contra el señor presidente, lo más “cuerdo” que alcanzan a reflexionar es, por ejemplo; ¡estábamos mejor con Peña! No pos sí. Así y sin consideración ninguna rocían al presidente de epítetos y ofensas que van desde loco y mariguano, hasta los que lo pendejean invocando el regreso de pasados gobiernos que en su desmemoria y cobardía, no son capaces de reconocer que precisamente de ésos gobiernos con Fox y Calderón del PAN o el más nefasto sexenio del PRI con Peña, el nivel de criminalidad en el país creció de manera sostenida en un promedio de 25 por ciento cada año entre 2015 al 2018. De que la corrupción documentada de manera oficial o la aún superior estimada por organismos internacionales, la corrupción alcanzó casi medio punto del PIB (Producto Interno Bruto) la oficial o documentada; en tanto la estimada con variables de instancias externas independientes,  ascendió a un  escandaloso 1.0 por ciento del PIB es decir,  casi 1.2 billones de pesos al año. Pero eso como muchas más ignominias cometidas contra el pueblo y el país, se suplen al igualarlas a un “meme” aún éste pueda considerarse hasta “ingenioso” o incluso de ácido humor.

Y así y a raíz de la rifa presidencial, las redes se inundaron de “sesudas” reflexiones sobre el gobierno de la 4T como del propio AMLO, insistiendo en el desabasto de medicamentos por ejemplo. Sin embargo, no son capaces de referirse al pasado reciente donde el robo del presupuesto del sector salud del gobierno federal fue descomunal,  pero de modo superlativo en los estados (en Chiapas nunca ocurrió por lo que leo) y sin evidencias o al menos que les conste, muchos gimen y lloran porque hay desabasto de medicamentos. Entiendo a voces pagadas por las grandes cadenas de televisión o radio que contrataban con las grandes empresas farmacéuticas y laboratorios médicos, y cuyos contratos en dólares sumaban millones, y que a diario y a cada momento en sus redes de canales de comunicación, con aguda crudeza presentan casos desgarradores que no se pueden minimizarse claro, donde un pequeño de una comunidad del estado que guste, pudo haber continuado con vida si el medicamente que requería le hubiera sido administrado con oportunidad lo que  es verdaderamente triste como inaceptable ocurra por esa causas. Pero que este suceso repetido e editorializado mil veces y replicado en las redes hasta el infinito, logran los efectos buscados en el ánimo de buena parte de la población con el avieso cálculo de empresas y laboratorios pero de la misma forma la amplia red de corrupción público-privada del sector, de que el gobierno por la austeridad decretada los está matando. De esta manera se entiende, temprano que tarde logren revertirse las medidas adoptadas por la actual administración federal como la compra consolidada de medicamentos, y bajo fuego y presión mediática logren, decía, que el gobierno ajuste  los nuevos “requerimientos” ante sus “demandas”. Es decir, nadie repara sobre que el modelo de salud anterior que operaba en sector tan vital –literal- para los mexicanos, estuviera siendo usado por políticos y empresarios corruptos sin importarles un pepino la salud y la vida misma de millones. Es decir nadie dice nada de los ladrones y asesinos de masas. ¡Hipócritas!

Así entonces a muchos los árboles no les están permitiendo ver el bosque; ni su magnitud ni su reforestación. Es más no logro entender que ante la imposibilidad de llevar a cabo una rifa como la sugerida de un avión de tamañas dimensiones ¡carajo! muchos se sigan regodeando en memes y críticas que rayan en lo ofensivo contra del gobierno pero muy en particular contra del presidente de México. Sería recomendable compraran un espejo retrovisor antes de criticar el presente. Cierto y podría coincidir, que los gobiernos pasados eso son y que ahora quien gobierna es Andrés Manuel. Pero no es tampoco partir del 1 de diciembre del 2018 que deba querer explicarse o analizar la realidad del país. Hacerlo así,  además de carecer de rigor metodológico de todo trabajo de investigación; es decir creer que el país y sus problemas nacieron con el gobierno en turno, insisto amén de carecer de sustento ni referente histórico, las críticas suelen más deslizarse en el terreno de las percepciones personales, incluso peor, los muestran ante sus lectores o seguidores como intolerante incapaz de reconocer en efecto, lo que se esté haciendo mal para el país pero del mismo modo con temple y ética, reconocer lo que se está haciendo bien y  positivo para millones de pobres del país. Que se están sentando las bases en la construcción de una sociedad y un gobierno sustentados en una nueva moral pública en dónde la igualdad y la justicia estén al alcance de todos y no únicamente en beneficio de una casta parasita de funcionarios corruptos. Y sí en efecto, muchos preferirían que no se rifara el avión presidencial; preferirían mejor poner en rifa al país. No hace mucho tras de un evento trágico, voces que se acurrucan en los brazos del conservadurismo pidieron con gritos destempladas, que mejor nos invadieran los gringos y sí, éstos no dudarían en rifar a México. ¡Traidorcetes! ¡Me queda claro!  

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