INTERNACIONAL

Evalúa Putin bases legales de su futuro político

Moscú – El titular del Kremlin, Vladimir Putin, considera que es posible efectuar las enmiendas que hagan falta a la Constitución de Rusia, salvo el intocable artículo 1 que se refiere a los fundamentos del régimen del Estado, y a modo de ejemplo estuvo de acuerdo en suprimir la palabra “consecutivos” del enunciado que establece que no se puede ser Presidente más de “dos periodos” seguidos.

Si se fija sólo en dos el número de mandatos posible, Putin ya no podría repetir el estratagema que le permitió, en 2008, concertar un “enroque” con su fiel subordinado y actual primer ministro, Dimitri Medvediev, para mantener en sus manos las riendas del poder y, sin violar la Constitución, retornar triunfal al Kremlin.

Al mismo tiempo, eso no quiere decir que Putin haya decidido ya retirarse de la política en 2024, al término de su segundo mandato “consecutivo”, en realidad cuarto, tras intercambiar cargos con Medvediev.

Es probable –según los observadores que siguen de cerca el debate que se da al interior del Kremlin sobre lo único que preocupa a la élite gobernante: la mejor forma de asegurar que Putin siga al frente del país y así no perder sus privilegios–, que el propio líder, al reconocer que sería razonable suprimir el límite de mandatos consecutivos y que sólo se puede ser presidente dos veces, prefiera incluir en la Carta Magna otras opciones para seguir mandando.

Aún faltan cuatro años y hay tiempo para resolver de qué manera se modifica la Constitución. La discusión se centra en las tres opciones que parecen más obvias: la primera, dar por fenecido el actual presidencialismo y dotar a Rusia de un sistema parlamentario, donde la mayoría de los diputados nombre las veces que quiera al jefe del Ejecutivo, llámese primer ministro o como se prefiera.

La segunda sería crear un nuevo cargo a la medida de Putin como, por llamarlo de alguna manera, presidente del Consejo de Estado con facultades ampliadas y, una tercera posibilidad, presidente del Estado unificado de Rusia y Bielorrusia, aún por negociar los detalles con Aleksandr Lukashenko, el mandatario bielorruso, que se resiste a asumir un papel secundario.

Se barajan más variantes e incluso tampoco se descarta un nuevo “enroque” con Medvediev, si es lo que decide la mayoría calificada de dos tercios de los diputados de la Duma y la totalidad de los senadores designados por el Kremlin al rechazar la eventualidad de hacer enmiendas constitucionales.

Que hay Putin para rato después de 2024 es el mensaje que quiso mandar el presidente de Rusia este jueves, en la conferencia de prensa anual con la que, de manera simbólica, suele bajar la cortina de la agenda pública del Kremlin hasta que concluyan los festejos de año nuevo y la navidad ortodoxa rusa el 9 de enero siguiente. (La Jornada)

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