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Proyecto de caminos excluye a comunidades, denuncian en Ocosingo

Elio Henríquez/La Jornada.- Los habitantes de los ejidos Pichucalco y Nuevo Chapultepec, municipio de Ocosingo, asentados en la Reserva de la Biosfera Montes Azules, denunciaron actos de “exclusión” de parte del alcalde Jesús Alberto Oropeza Nájera y del tercer regidor, Alvaro Ruíz Jiménez, con relación a la construcción de un camino, pues “han dado preferencia al ejido de mayor población, Amador Hernández, con el propósito inconstitucional de consolidarlo como el eje radial en el trazo vial de la zona”.

En un comunicado rechazaron la propuesta de que se construya una carretera de cinco kilómetros para unirlos, porque ello los obligaría a “dar más vueltas alargando la distancia y el recorrido hacia San Quintín, lo que incrementaría el costo del pasaje, además de que corren el riesgo de que debido a conflictos con el ejido Amador Hernández les bloqueen el paso como ha sucedido anteriormente”.

Por ello demandaron a los tres niveles de gobierno que se construya una carretera de 10 kilómetros —el doble de la propuesta oficial— desde Nuevo Chapultepec hacia Pichucalco.

“Ambos ejidos estamos no sólo en acuerdo, sino que hemos concluido ya las obras de desmonte del primer tramo por donde esa vía habría de cruzar, sobre la base no sólo de que es un derecho sino también por contar ya con el visto bueno de la autoridad ambiental federal”, agregaron.

Señalaron que “las autoridades municipales de Ocosingo insisten en que el ramal salga de Amador Hernández —situado a casi cinco kilómetros— y no de Nuevo Chapultepec, apoyándose en que se trata de un tramo más económico, por ser un 50 por ciento más corto, para mantener a través de ese ejido una ya muy deslucida hegemonía política de control sobre toda la región”.

Aseguraron que esa propuesta gubernamental, apoyada por el ejido Amador Hernández, “presenta para el ejido Pichucalco tres obstáculos: Al hacer una parábola, alarga la distancia y el tiempo de recorrido de manera sustancial, encareciendo el pasaje; desde hace algunos años Amador Hernández ha entrado en conflicto con Pichucalco (si el diferendo escalara podría cerrar la vía o retener bienes con destino a ese punto); debido al aumento poblacional y al del trasiego de personas a causa de una mayor movilidad social generada por los acelerados cambios en el estilo de vida, los riesgos de accidentes se incrementarían”.

Manifestaron que “en la última década las administraciones locales iniciaron la construcción de vialidades cuyo propósito fue y es conectar directamente a las comunidades de la región centro de la Reserva de Montes Azules, con lo que han sido comunicados ya, el ejido El Guanal, desde un ramal proveniente del ejido Ibarra; el ejido Nuevo Chapultepec, desde un ramal proveniente del ejido San Quintín, y más recientemente, el ejido Amador Hernández, desde un ramal proveniente del ejido Nuevo Chapultepec”.

Aseguraron que lo justo es que ahora se construya también una vía directa hacia Pichucalco desde Nuevo Chapultepec, como están exigiendo los pobladores de ambas localidades.

“Para Pichucalco y Nuevo Chapultepec la vía que conduce al primero es la ya acordada entre ambos, por lo que la autoridad municipal y estatal deben de atenderla en sus términos por ser conforme con el derecho de los pueblos originarios. De no ser así, Pichucalco no permitirá la realización en su territorio de la obra conforme al actual plan gubernamental, lo cual afectará al resto de las poblaciones situadas al nororiente de la vía cuya conexión iba a derivarse desde el ramal de Pichucalco. Otras acciones de resistencia podrían también llevarse a cabo de no atender la autoridad nuestro justo reclamo”, expresaron.

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