Mayas lacandones, Ch’oles, tseltales en búsqueda de la paz a través de los representantes de los Bienes Comunales.

El 7 de octubre del presente año San Cristóbal de las Casas sirvió de sede para una rueda de prensa convocada por las autoridades de Bienes Comunales de la Zona Lacandona. Daniel Chankin, suplente del comisario ejidal de Bienes Comunales, fue el primero en tomar la palabra para informar sobre las acciones que realizan los tres pueblos que integran este territorio (ch’oles, tseltales y mayas lacandones). Su meta común es concretar, con el respaldo de las autoridades agrarias, el proceso brecheo y amojonamiento de la Zona Lacandona.

Los últimos meses las autoridades de Bienes Comunales participaron en tres mesas de negociación con funcionarios de la procuraduría agraria y representantes de los ejidos colindantes. La trayectoria de este proceso tiene su punto de partida en el 2008 al momento en que la asamblea, que representan los convocantes, inició los diálogos y la reconciliación con los 52 ejidos colindantes; hecho que concluyó un acuerdo pacífico para trazar la colindancia. Así hasta la fecha han conseguido un avance del 85%, proceso que se espera concretar con la medición de los 50 km restantes.

Cristóbal Cruz Díaz, subcomisariado de Frontera Corozal, rememoró el origen de los Bienes Comunales haciendo mención del decreto presidencial de 1972. De esa manera fueron legalmente designadas 66 300 hectáreas en posesión de los Bienes Comunales, pero desde aquella fecha se han realizado trece nuevas ejecuciones. Ese contexto de transformaciones constantes es uno de los principales motivos sobre actualizar el brecheo, estableciendo un subpolígono mayor de Bienes Comunales.

Asimismo, el subcomisariado de Nueva Palestina Javier Gómez Cruz compartió la manera como se ha buscado la paz y la reconciliación al interior de estos territorios, al igual que con los 52 ejidos colindantes. Aprovechó la ocasión para aclarar que las divisiones en el territorio difundidas entre los medios de comunicación son producto de mala información y del escaso conocimiento de la situación real.

El espacio también lo aprovechó el secretario de Bienes Comunales, Miguel Luna Ruíz para tomar el micrófono y expresar la diversidad cultural, ideológica y lingüística de la Zona Lacandona. Diferencias, que lejos de crear conflictos, sirvieron para enriquecer su lucha común en cuanto a mantener la vida comunal y proteger los recursos naturales que emanan de su territorio.

Para finalizar la rueda de prensa Daniel Chankin planteó que la regularización implicará el respeto de este territorio y que los tres pueblos, que ahora caminan juntos, realicen acciones dedicadas en la conservación de la Selva Lacandona, el último pulmón de nuestro país. Sin perder de vista, la importancia de los ejidos vecinos, que también trabajar para cuidar la selva. Así se despidió Daniel Chankin, no sin antes invitar a los asistentes para conozcan este territorio, en la asamblea integrada por los tres pueblos establece acuerdos para delimitar las áreas productivas, sin caer en conflictos.