INTERNACIONAL

Rechazan la investidura de Pedro Sánchez

Madrid – La izquierda española cosechó  un histórico fracaso en el Congreso de los Diputados. La investidura del socialista Pedro Sánchez a presidente del gobierno fue rechazada de forma contundente ante la imposibilidad de las dos principales fuerzas -el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP)- de alcanzar un acuerdo de “gobierno de coalición”. El resultado de la votación, en la que sólo le exigía mayoría simple fue el siguiente: 124 votos a favor. 156 en contra y 66 abstenciones.

Pedro Sánchez, que asumió el poder a través de una moción de censura contra su predecesor, el derechista Mariano Rajoy, se convirtió en el primer candidato a la investidura en ser rechazado en dos ocasiones. La primera fue en el año 2016, cuando también la formación emergente Podemos le cerró el paso al nombramiento, y en la votación de ahora, que también fue bloqueada por la formación morada liderada por Pablo Iglesias.

El desencuentro de la izquierda se confirmó y de la peor manera; con un durísimo enfrentamiento parlamentario en el que hubo descalificaciones, recriminaciones y advertencias que rozaban la amenaza sobre un futuro sombrío para ambos. Varios voceros de los grupos parlamentarios coincidieron en una idea que sirvió de resumen de la tensa sesión parlamentaria: “Es un fracaso sin paliativos del conjunto de la izquierda”. Un “fracaso” que a partir de ahora abre la vía a una improbable reanudación de las negociaciones para un nueva sesión de investidura en septiembre o, la que cobra más fuerza después del debate, que se adelantes las elecciones generales, para las que ya hay incluso fecha.

A pesar de que las elecciones generales fueron el pasado 28 de abril, las negociaciones entre el PSOE y UP se iniciaron de manera formal hace sólo tres días. Se desperdiciaron más de 80 días, en los que no sólo no se avanzó un ápice en lo que parecía la alianza natural después de los comicios, sino que ni siquiera se registraron contactos formales. De ahí que las últimas 72 horas fueron de auténtico vértigo, con propuestas y contrapropuesta que finalmente no fructificaron. La última oferta del socialista Pedro Sánchez a Iglesias fue que su formación presidiera una vicepresidencia de políticas sociales, además de tres ministerios, que incluía el manejo de áreas tan sensibles como la Universidad, la Igualdad, la Ciencia y la lucha contra el cambio climático.

Las aspiraciones de Iglesias y su grupo pasaban por controlar además las “políticas activas de empleo” -que son una competencia de las comunidades autónomas- y prácticamente toda la política de recaudación fiscal, con la asunción de una serie de competencias diseminadas en una vicepresidencia y cinco ministerios. La respuesta de Sánchez y su equipo fue de rechazo, al considerar que se pretendía crear un gobierno al interior del gobierno, con autonomía propia y que finalmente socavaría el proyecto común.

Al inicio del debate parlamentario, el aspirante a presidir el gobierno ya era consciente de que su investidura fracasaría. Que se convertiría en el primero en la historia en fracasar en este empeño. Y las dos veces por el voto en contra de la única formación a su izquierda, UP, que finalmente cerró la puerta a su participación en el gobierno del Estado tan sólo cuatro años después de su nacimiento como fuerza política, lo que hubiera sido un hito histórico, que una formación tan joven controlara en tan poco tiempo una vicepresidencia y hasta tres ministerios.

El socialista Sánchez fue duro en su discurso y prácticamente cerró la puerta a una nueva negociación de cara a septiembre: “Hoy concluye la propuesta de investidura de las elecciones del 28 abril. Lamento constatar que persiste el bloqueo parlamentario”. Y añadió que “debo decir antes de nada que entre fuerzas de izquierda la investidura debería haber estado garantizada desde el primer momento. Porque el resultado de las elecciones dejaba en claro que el gobierno debía estar presidido por el PSOE. Cualquier persona sensata sabe que eso no significa un cheque en blanco porque hay que aprobar presupuestos, leyes, siempre habríamos necesitado a UP. El acuerdo no ha sido posible y lo lamento por dos motivos: porque no saldrá adelante un gobierno que necesita España y porque se desvanece la oportunidad para que un  partido a la izquierda del PSOE esté en el gobierno de España”. .

Y señaló el que para su formación es el principal culpable: Pablo Iglesias. “No ha sido posible porque el programa de gobierno era una cuestión secundaria para usted, señor Iglesias. Rechazaron todas las proposiciones. Nunca hubo problemas de programa que impidieran el acuerdo. El problema fueron los ministerios. En cada una de las propuestas presentadas hemos presentado una noble voluntad de acuerdo, pero el señor Iglesias las fue rechazando una tras otra. No conozco precedente de que un dirigente se sienta humillado ante la oferta de una vicepresidencia y de tres ministerios”.

Y añadió: “Sigue señor Iglesias sin querer entender que hace una falta un gobierno coherente y cohesionado, no dos gobiernos en un gobierno. Si para ser presidente del gobierno tengo que renunciar a mis principios y conformar un gobierno que no sea útil a mi país, entonces no seré presidente ahora y si usted me obliga a elegir entre mis convicciones y ser presidente a toda costa y con un gobierno que no le será útil a España, yo elijo mis convicciones. Gobernar es pisar tierra firme. Es pasar del no nos representan a defender a la gente. ¿De qué sirve una izquierda que pierde incluso cuando gana? ¿Qué va a hacer? Esto es lo que quiere para España, sólo porque las cosas no han salido como usted las quería imponer. Va a votar junto a las derechas, ya sea con el voto en contra que con la abstención”.

El líder morado intentó recuperar la negociación con una propuesta de última hora, en la que reclamaba para su formación las “políticas activas de empleo”, a pesar de que no es una competencia del gobierno del Estado, sino de las comunidades autónomas.  El líder morado también se lamentó que de “es muy difícil negociar en 48 horas lo que no se ha querido negociar en 80 días. Las cosas no se deben hacer así. Una negociación de gobierno merece al menos no ser cutre. Y nosotros  aceptamos su veto personal y lo único que les hemos pedido fue una participación proporcional en el gobierno. Hoy mismo les hemos hecho una propuesta en la que lo único que pedimos son competencias, no sillones”.

Desde las formaciones de la derecha -tanto el Partido Popular (PP), Ciudanos (C´s) y Vox- se mofaron del “espectáculo lamentable” que habían dado las formaciones de izquierda, que definieron como “mercado persa” o “zoco inútil”. E insistieron en que la candidatura de Sánchez es la “constatación de un fracaso”.

El vocero de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, resumió la sesión parlamentaria con tino: “La derecha está encantada de la vida y nos están aplaudiendo con las orejas. Ellos, si hubieran tenido que negociar, ya tendrían pactados hasta los sobresueldos. La única pregunta que cabe hacerse es cuántos meses, cuántos años, toda la izquierda nos vamos a arrepentir de lo de hoy. De esta intransigencia nos arrepentiremos todos. ¡Debería darles vergüenza!” (Fuente/La Jornada)

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