INTERNACIONAL

PSOE advierte que buscará gobernar España en solitario

Madrid – El día después de la victoria, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) enseñó las cartas con la que iniciará las negociaciones de cara a la sesión de investidura: su intención es gobernar en solitario, sin un acuerdo fijo con ningún partido político y sí con pactos puntuales para sacar adelante sus iniciativas parlamentarias, sobre todo los presupuestos generales del Estado.
Así lo confirmó la vicepresidente del gobierno, Carmen Calvo, que defendió este modelo para tener más flexibilidad para desarrollar las políticas que prefiera tras su reelección el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
La victoria sin paliativos del PSOE, con 123 diputados y cerca del 29 por ciento del electorado, permitirá a Sánchez abrir varios escenarios de negociaciones, sobre todo por el resto del reparto de los diputados en el Congreso. Es decir, el siguiente: el PSOE obtiene 123 diputados; el PP, 66; la formación Ciudadanos (C´s), 57; Unidas Podemos (UP), 42; y la emergente de extrema derecha Vox, 24.
Para completar los 350 curules habría que sumar los obtenidos por otras formaciones autonómicas o nacionalistas: 15 diputados de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), siete de Junts per Catalunya (JxCat), seis del Partido Nacionalista Vasco (PNV), EH-Bildu, cuatro; Coalición Canaria, dos; Navarra Suma, dos; Compromis, uno; y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), uno.
El PSOE y UP sumarían en caso de firmar un acuerdo de gobierno 165 escaños, todavía lejos de la mayoría absoluta de los 176. Con lo que Calvo explicó que sus preferencias a día de hoy es mantener un modelo similar con el que trabajaron tras la moción de censura al derechista Mariano Rajoy que aupó al poder al socialista Sánchez: un gobierno en solitario, que abrirá negociaciones a varias bandas para sacar adelante sus iniciativas. El único “pero” a esta formula son las reticencias expresadas por el líder de UP, Pablo Iglesias, sobre todo porque en ese apoyo al gobierno se explicaría en parte la caída en votos y diputados del que fuera el partido de “los indignados”.
De hecho en la noche electoral, Iglesias insistió en que su intención es la integración de un “gobierno de coalición”, al tiempo que pedía “discreción” y “paciencia” tanto a periodistas como a sus propios militantes, en lo que también fue un giro importante en la forma de hacer política de esta formación de izquierda, que irrumpió en el escenario con la promesa de “asaltar los cielos” y de siempre aplicar una política de “transparencia” a sus negociaciones. De hecho entre sus primera iniciativas hace cuatro años una de las más importantes era la de difundir en “streaming” todas sus reuniones con otros partidos políticos en la que se negocien cuestiones importantes.
El PSOE también descartó un acuerdo con Ciudadanos, que logro 57 diputados y subió un 80 por ciento en votos y escaños con respecto a los comicios del 2016, convirtiéndose en el otro gran triunfador de la contienda electoral. De hecho si PSOE y C´s unieran sus escaños obtendrían una holgada mayoría absoluta para desarrollar un programa, que es además una de las preferencias de los empresarios e inversionistas, pero que en todo caso ya lo descartaron prácticamente ambas formaciones.
En todo caso, el PSOE tiene el tiempo a su favor, una vez que el calendario parlamentario e legal le dará un margen de algo más de un mes para presentar una propuesta de investidura, con lo que todos los escenarios posibles se podrían ir madurando en las próximas semanas.
En la otra cara de la moneda, en la sede del derechista Partido Popular (PP) había caras largas, preocupación e incertidumbre sobre el futuro del recién elegido presidente y candidato Pablo Casado, que obtuvo los peores resultados en la historia de la formación y perdió en sólo tres años 71 diputados y más de tres millones 600 mil votantes.
El próximo martes celebrarán una reunión del Comité Ejecutivo que podría marcar las líneas a seguir en las próximas semanas, sobre todo de cara a las elecciones en varias autonomías y municipios del próximo 26 de mayo, donde se volverán a medir los bloques de la izquierda y la derecha por el control territorial de algunas de las plazas más importantes del país, entre ellas Madrid.
Cinco diputados en la cárcel
Una de las curiosidades de los comicios de ayer fue la elección como diputados de cinco políticos catalanes que se encuentran en prisión cautelar desde hace un año y medio por su participación en la declaración unilateral fallida de independencia de octubre del 2017.
Sus partidos -Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JxCat) los eligieron en sus listas y salieron elegidos, con lo que ahora deberán compaginar sus asistencias a las sesiones del juicio que se celebra en el Tribunal Supremo con sus actividades como diputados, al menos lo que permita el tribunal competente. Los diputados y políticos presos son Oriol Junqueras, Jordi Sánchez, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva.
Además la Junta Electoral Central (JEC) emitió una resolución en la que prohibió la presentación en las candidaturas de cara a las elecciones europeas del próximo 26 de mayo de los líderes independentistas refugiados en otros países europeos, el ex presidente Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín. La razón que aduce la JEC es que ninguno de ellos está registrado como ciudadano español residente en el extranjero. (Fuente/La Jornada)

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