Otra una

Con qué facilidad pobladores de dónde sea, toman carreteras, casetas o edificios, y ahora un enfrentamiento, como sucedió en Bochil, un municipio entre indígena y mestizo, hacia el norte del estado, en dónde se registró una trifulca entre comuneros y uniformados.
El motivo fue que supuestamente los comuneros fueron engañados por al alcalde Gildardo Zenteno Moreno, en cuanto a obras, y fueron a reclamárselo. En los momentos en que daba la integración del comité de Planeación Municipal, que para éstos no garantiza el cumplimiento de obras.
Para disolver a los manifestantes, la policía lanzó gases lacrimógenos con el fin de contener al grupo de personas enardecidas –sin contemplar a las casas que se impregnaron del gas-, que respondieron con sillas de madera y las lanzaron contra la policía.
Aparte de que se afirma de que se escucharon disparos, está la realidad de que para ganar votos, los candidatos prometen lo que no pueden y encuentran a los municipios no solo endeudados, sino sin los recursos para cumplir con sus promesas, por lo que el pueblo considera que otra vez “uno más” que llega a enriquecerse y a robarse el presupuesto, como fue una de las justificaciones de los inconformes.
No se sabe si hubo detenidos, pero lo que sí hay es una evidente inconformidad que debe controlarse, para evitar futuros enfrentamientos con peor desenlace.