CRONICA CHIAPANECA

Crónica Chiapaneca 

Daniel Flores Meneses

Zoé Robledo y Fernando Castellanos se mastican, pero no se tragan

Hasta los que no creían llegaron a la SOPYC

El doble remolque y la muerte transitan por Chiapas

AL OTRO LADO DE LA CALLE.
Al parecer ya fumaron la pipa de la paz, Fernando Castellanos y las personas que se oponían a que se invirtieran 20 millones de pesos en la recuperación o reestructuración de la calzada de los hombres ilustres de la capital chiapaneca.
Sin embargo, no se sabe en qué términos se dieron esos acuerdos. Pero lo cierto es que se trata de un fenómeno político no de interés público o ciudadano como se quiera dar a conocer por parte del grupo opositor, dizque ambientalista, o vaya usted a saber quién más está metido por esos caminos.
Lo cierto es que las autoridades capitalinas acusaron al senador perredista Zoé Robledo de estar dirigiendo la operación de los Hombres Ilustres chiapanecos. Quizá por eso el presidente municipal, el joven Fernando Castellanos, estaba súper enojado, que envió un discurso con el dedo flamígero de “la copoyita” dirigido al joven Senador.
Después se dijo que ya habían hablado y que todo había quedado arreglado. O sea, qué, fue un asunto puramente político al gran estilo mexicano. Son dos jóvenes con grandes sueños políticos, que no polacos.
LA BANQUETA.
El que si realizó una cirugía que ni cicatrices dejó fue Jorge Humberto Betancourt Esponda, el titular de Obras Públicas, que llevó a la mesa de los acuerdos a muchos sus enemigos de la industria de la construcción. Fue tan buena la cirugía que hasta firmaron acuerdos para democratizar la obra pública. Yo no entiendo esto, pero así fue.
Lo importante es que Betancourt Esponda, los sentó, les habló nadie sabe, nadie supo que les dijo, que hasta Efraín Gurría el huraño y temperamental empresario de la construcción, ahora presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, que en el sexenio pasado tuvo a su cargo, dicen los que saben, las obras más mejores en el estado, en Tapachula y en Tuxtla, firmaron. Debo suponer que firmaron, o se apegaron a la palabra. Muy especial el ahora presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Chiapas.
Lo cierto es que al parecer logró el secretario de Obras Públicas que los empresarios, salieron convencidos de que dentro de un rato tendrán obras, y que serán ellos los que digan a quienes les toca. Eso es política no tramoya.
LOS CAMIONES DE LA MUERTE.
Poco a poco aumentan las muertes de gente inocente en las carreteras del país, sin que el gobierno, los congresistas, diputados y senadores, muchos menos gobernadores, hagan algo para detenerlo. Si estoy hablando de los camiones de doble remolque que se han convertido en los demonios de la muerte y han ocasionado ya en un año mil cincuenta muertes. Siguen circulando en las carreteras de Chiapas y por supuesto de México.
Son camiones que llevan la muerte a cuesta como la mercancía que conducen. Los empresarios que los contratan, tienen poder y no les importa la seguridad y la vida de los mexicanos. Cada semana que pasa aumentan los muertos.
Leía a mi amigo y gran columnista de Excélsiór Pancho Garfías, que este año son ya 50 las víctimas registradas en las carreteras por estos camiones manejados por gente inexperta y sin conciencia de lo que hacen. Pero lo peor de todo es que las autoridades de la SCT y los gobiernos estatales hacen caso omiso.
No les interesa, porque no dan votos, al contrario, quitan votos y dinero de los grandes empresarios en épocas electorales. Y de los diputados y Senadores, menos esperar algo de ellos, están más interesados en ver su disque futuro inmediato en las posiciones de la política. A los que votan no les interesa.
Pero lo peor de todo es que estos camiones de la muerte circulan en su mayoría fuera de las normas establecidas, esto según Jorge López, lo escribe Pancho en su columna “Arsenal”, secretario de la Comisión de Transporte.
De las 75 toneladas a que están autorizados, se ha detectado hasta 110 toneladas porque los transportistas les pagan por tonelada y no por viaje, ese es el problema.
Pongo textual este párrafo de Garfias: “Asegura también que, para ahorrar costos, empresas gigantes como Cemex, Bimbo y Grupo Modelo ejercen presión para que los vehículos de doble remolque anden en las carreteras transformados en auténticas armas mortales”.
Parece no importarle a nadie, se deben parar a estas empresas, digo yo, porque con su dinero hacen de la muerte también un negocio lucrativo.
Será que por eso nadie quiere a los políticos.

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