Al Son del texto

Tina Rodríguez

No podemos negar que Chiapas nada tiene que ver con la situación si se quiere del vecino estado de Tabasco, que está entre los de mayor incidencia de secuestros, o Guerrero y su Acapulco como la ciudad más insegura de México,
No está Chiapas inmerso en esas estadísticas de violencia e inseguridad, y la verdad es algo poco reconocido por los “contras” a la presente administración que desde luego, concentran su crítica a lo que se presenta y que no dejan de ser lamentables como el incidente violento hace una semana en la capital del estado, asaltos, robo asesinato, y en el estado con tres feminicidios en un solo día.
Pero son de esas cosas que brotan y se dejan ver de pronto, y que pueden ser un síntoma de que el crimen quiere hacer presencia.
Al momento no se sabe de extorción, del cobro de cuota mensual como lo hace “La Maña” en Acapulco o Monterrey, o pasen la charola en las escuelas para que el magisterio de su cuota quincenal como sucedía en Morelia, la ciudad más impune del país.
Encontramos aun la indisposición por aceptarlo, que la seguridad en las familias chiapanecas es buena; aun con eso las acciones de vigilancia para brindar mayor seguridad en todos los municipios del estado se ha intensificado de acuerdo a un comunicado oficial.
De acuerdo a esto se busca la finalidad de ofrecer a la población la certeza de que su integridad y su patrimonio están seguros, a la vez que se construye un Chiapas en paz y “garante del estado de derecho”.
Se acepta eso, pues la verdad se nota que no es Chiapas un terreno de disputas, como sucede en otros puntos del país en dónde el cuello de botella se cierra por la disputas de la ruta de la droga, que como sabemos implica por fuerza la colaboración de no pocas corporaciones en las entidades del norte del país, porque sin esa condición sería muy complejo que movilizaran los cargamentos de droga.
En el caso chiapaneco, las distintas reuniones de la Mesa de Coordinación de Seguridad, de manera constante evalúan los resultados de las acciones preventivas que se realizan conjuntamente, en una coordinación eficiente que se manifiesta en la calidad de vida, y como dice el mandatario: “En materia de  seguridad pública no bajaremos la guardia, es una prioridad que en esta administración se atiende de manera conjunta y coordinada las 24 horas de los 365 días del año, porque sabemos y estamos convencidos que es un tema en el que se debe trabajar sin descanso”.
Queda claro que en este gobierno no todo está bien; la inconformidad no se da espontánea: toda tiene un origen, y hay protestas y quejas, pero en materia de seguridad no estamos tan mal.