Los retos de la economía latinoamericana ante la transición China

Alejandro Pardo

El reciente informe Perspectivas económicas de América Latina 2016 plantea cómo América Latina debería mejorar su relación con China, dado que ha sido y será un factor importante en materia de desarrollo en la región. Así también, desde hace unas décadas, ha ocurrido un desplazamiento de la riqueza mundial, al pasar de los países de la OCDE a los emergentes, por ello, la importancia de América Latina en la economía mundial es cada vez más importante.
Tan ha ocurrido tal desplazamiento que el comercio entre Latinoamérica y China en los últimos años se ha expandido, no obstante, para Latinoamérica dicha expansión se ha basado principalmente en las materias primas, y ha alcanzado sus límites entre otras cosas por la desaceleración de la economía China. Tan sólo las exportaciones latinoamericanas de productos mineros y combustibles fósiles a China crecieron a un ritmo de 16% anual durante período 2001-10, en tanto que los productos agrícolas 12%.
Mientras que el 42% de las exportaciones latinoamericanas en el mundo son de materias primas, las que van a China son del 73%. Asimismo, la región muestra una importante vulnerabilidad ante las condiciones externas, dada en gran medida por la dependencia de las materias primas como motor de las exportaciones, es en gran medida por esto, las expectativas de crecimiento se han estancado.
La caída en los precios de las materias primas, los riesgos financieros, las bajas tasas de interés en el mundo y el crecimiento del crédito en la región, han propiciado que la situación económica sea todo menos una tarea sencilla de sobrellevar en Latinoamérica.
Por su parte, China atraviesa un proceso de transformación, pues se prevé un mayor consumo interno, la consolidación de la clase media sobre todo en las ciudades y la apuesta a industrias intensivas en conocimiento y tecnología. Ante esta situación América latina debe diversificar y modernizar su estructura productiva, ya que se pronostica que caerá la demanda China de materias primas.
A fin de ser competitivo internacionalmente y diezmar su dependencia internacional, el campo en América latina debe modernizarse, la producción ser más intensiva en tecnología y conocimiento, mejorar la infraestructura y logística; en pocas palabras ser más eficiente.
Además, China ha declarado a América latina como una región prioritaria para su inversión financiera, con esto se vislumbra un panorama en el que además de una fuente confiable de materias primas y un destino estable para sus exportaciones, Latinoamérica represente para China también un destino atractivo en cuanto a la diversificación de sus inversiones en el exterior.
No obstante, cuando se habla de la región en su conjunto, se pasan inevitablemente por alto las heterogeneidades dentro de ella, pues México a diferencia de las economías de Sudamérica es principalmente exportador de productos manufacturados y ha integrado cadenas de valor sobre todo con EUA que le permiten reducir la vulnerabilidad ante la situación en la economía mundial.
En contraste con Chile, Perú y Brasil, México posee una estructura productiva más diversificada, y relativamente independiente de la producción de materias primas. Al haber dado este paso, el reto de México es principalmente el de transitar a ser una economía más competitiva y de innovación a nivel mundial en la producción de bienes de alto valor agregado, es decir seguir al menos un poco el modelo chino.