Carmen R Ponce Meléndez
En México el trabajo infantil podría aumentar entre 1 y 3 puntos porcentuales, lo que implicaría que al menos entre 109 mil y 326 mil niñas, niños y adolescentes podrían ingresar al mercado laboral. Implica un retroceso de 2 años en los esfuerzos de reducción del trabajo infantil.
El cierre temporal de las escuelas es otro factor muy importante en los hogares que se manejan con inseguridad económica, un elemento importante precisamente para que la niñez se incorpore al trabajo; ahora más que nunca la infancia y la adolescencia deben estar en el centro de las prioridades de acción.
Son datos generados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en su documento denominado: “La pandemia por el Covid-19 podría incrementar el trabajo infantil, en América Latina y el Caribe”
¿Qué es el trabajo infantil? El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a las niñas, niños y adolescentes de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
Un escenario de crecimiento o de no crecimiento, como el que muestra la gráfica se traduce neceariamente en un PIB per cápita menor. Es la crisis económica que se convierte en pérdida empleos e ingresos. Al disminuir el crecimiento de la economía, también disminuye el PIB per cápita que está asociado al incremento del trabajo infantil.
En el país, de febrero a abril la caída del empleo total -formal e informal-, fue de 25.4 por ciento. Se ha afectado severamente el bienestar de las familias, particularmente aquellas en condiciones de pobreza extrema, quienes suelen habitar viviendas inadecuadas y trabajar en empleos informales; y las micro y pequeñas empresas o por cuenta propia; de igual manera se afectan las personas jóvenes y las mujeres que representan una proporción importante de los empleos temporales, tiempo parcial a desprotegido y en condiciones de informalidad, donde predominan ellas.
Estos grupos son los más aquejados por el deterioro de la economía. La crisis se extenderá rápidamente a las zonas rurales donde tradicionalmente hay un déficit de trabajo digno y donde muchos empleos no aseguran unos niveles suficientes de ingresos ni medios de vida sostenibles.
La desaceleración de la economía de la producción y el desempleo tendrán efectos muy importantes en el trabajo infantil, la falta de Seguridad Social y los mayores niveles de pobreza son todo ello en conjunto las condiciones que provocan esto. Puede implicar un retroceso de 20 años.
Uno de los principales factores de inseguridad e inestabilidad económica en los hogares es que la jefa o el jefe del hogar trabaja en condiciones de informalidad; hay que recordar que en el caso de México son 6 de cada 10 trabajadoras las que están en esta situación, ahí se carece de protección social.
Las zonas rurales, donde existen mayores riesgos de trabajo infantil, se verán posteriormente afectadas por la crisis debido a las características de una menor interacción entre las personas y un menor dinamismo económico.
De acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX la movilidad social es de 59 por ciento; es decir, sólo 6 de cada 10 personas podrán salir de la pobreza. Pero también esa movilidad intergeneracional está comprometida, y la situación se profundiza en el caso de las mujeres. Nashieli Ramírez, Presidenta. Esto era antes de la pandemia y sus efectos en el trabajo infantil, ahora la capilaridadd social se reduce drásticamente
PD:
Desaparece información de género en encuestas de Inegi
Se cancelan temporalmente las siguientes encuestas presenciales: Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE); Encuesta Nacional de Confianza del Consumidor (ENCO); Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE); Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI); Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) y, Encuesta Cognitiva de la Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México (ENASEM).
Algunas se realizarán telefónicamente como la ENOE, cuyo primer resultado corresponde al mes de abril y se publicó recientemente. Sin embargo Inegi ya informó que mientras se realicen telefónicamente, no incluirán información desagregada por sexo.
En síntesis, no se podrá disponer de información de vital importancia sobre los efectos del COVID-19 y la crisis económica en 54 por ciento de la población, las mujeres. Justo la población que sufre las mayores afectaciones en salud, bienestar, violencia o laboral. Un retroceso de 40 años en las conquistas del feminismo. (Cimacnoticias)