Un aumento de la presencia del Estado mexicano como proveedor de mayor bienestar en la población con servicios públicos de calidad pasa por elevar la recaudación, avanzar hacia un modelo fiscal más normal, más moderno y que dependa menos del petróleo, expuso José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación para el Desarrollo Económicos (OCDE).
Si no queremos aumentar la deuda pública, (porque) somos responsables fiscalmente, nos tenemos que mantener con un gasto público de alrededor de la cantidad que recibimos para no tener muchos déficits y nos condenamos a tener un Estado pequeño, declaró durante la videoconferencia Respuestas a la crisis del Covid-19. Recomendaciones para México.
En la ponencia dictada desde París, el ex secretario de Hacienda recalcó que México tiene la tasa de recaudación más baja de la región, de 16 por ciento del producto interno bruto (PIB), prácticamente la mitad del 34 por ciento que promedia la OCDE. Además de ampliar la base gravable, recomendó fortalecer el Servicio de Administración Tributaria para reducir la evasión fiscal.
No se prevé que la economía global repunte a corto plazo. El regreso a la normalidad será largo, a la espera de segundas olas de la enfermedad y un medicamento o vacuna para combatir el nuevo coronavirus, consideró. Por ello, no hay que hacer cuentas alegres en el proceso de recuperación. Se deben usar todos los recursos fiscales, monetarios y de crédito, porque 2020 será uno de los años más desafiantes de la historia para todo gobierno y sociedad.
Descarbonizar la economía
Ese es el contexto global, pero la pandemia del Covid-19 alcanzó México en un momento que ya era complicado: contracción, declive de la inversión, incertidumbre por la negociación comercial con América del Norte y subejercicios. Aun así, en la OCDE esperábamos que en 2020, pasados algunos de esos elementos, se viera un repunte de 0.7 a 1.4 por ciento en crecimiento. Y llegó el coronavirus.
Ahora, más allá de la caída de 2020, al cierre del próximo año la economía será más pequeña que en diciembre de 2019, dos años de retroceso. Así de dramático habrá sido el impacto, dijo.
Al dar 11 propuestas para fortalecer la respuesta mexicana a la crisis, consideró un falso dilema decantarse por el apoyo a un solo sector. Dijo que si bien hay imperativos éticos, morales, políticos, económicos para empezar por los más vulnerables, luego de ellos, también se deben dar apoyos a las empresas.
Por último, luego de que Vanessa Rubio, subsecretaria de Hacienda en la presidencia de Enrique Peña Nieto, cuestionó la dependencia petrolera en el diseño fiscal del actual gobierno, Gurría zanjó con un “mea culpa a nombre de todos los gobiernos de la República, somos culpables de no haber resuelto esto a tiempo”, dijo a la ahora senadora.
Primero por no modificar el esquema tributario y segundo por endeudar a Petróleos Mexicanos para dar sostén al gasto federal. Le generábamos una pérdida artificial a la empresa. Si el gobierno le restaurara excedente respecto de lo que habría sido una tributación normal, Pemex no tendría esta cantidad enorme de endeudamiento.
Entre las otras recomendaciones llamo a descarbonizar la economía; proteger sistemas de protección social y las erogaciones en salud; equipar con tecnologías de la información y capacitación en la materia a las personas; invertir en ciencia y tecnología y reducir la informalidad, reducir la informalidad, reducir la informalidad.
México ha renacido varias veces, pero esta crisis requiere un esfuerzo sin precedente, añadió. (La Jornada)