En las acciones hubo un enfrentamiento entre indígenas y granaderos que dejó un saldo de un uniformado descalabrado
Policías antimotines desalojaron a indígenas de Chenalhó que mantuvieron tomado el congreso del estado por ocho horas. Los granaderos lanzaron gases lacrimógenos con el fin de que los inconformes se disuadieran y con ello pudieron rescatar al personal del interior del edificio legislativo.
Los indígenas respondieron con piedras y palos contra los granaderos por lo que uno de los elementos fue descalabrado. Sin embargo la policía logró liberar el edificio.
Los hechos se registraron sobre calle Primera Sur entre Central y Primera Oriente, pero la turba huyó hacia el sur en las cercanías del mercado público de Tuxtla Gutiérrez.
En tanto, empleados del Congreso local y personas particulares fueron rescatados y abandonaron el edificio por la zona sur protegidos por los propios elementos del equipo de granaderos.