Ciudad de México – El aumento de los precios de los productos alimenticios recae en todos los hogares de México; sin embargo, los hogares con los ingresos más bajos –los que perciben hasta tres salarios mínimos– son los que sufren los incrementos más altos.
De la primera quincena de abril de 2021 a la primera de abril de 2022, los precios de los alimentos subieron 12.22 por ciento, mientras el nivel general de precios se elevó en 7.72 por ciento, según el Inegi.
A partir de marzo de 2020 hasta la primera quincena de abril de 2022 (pandemia y guerra en Ucrania), el alza acumulada de los precios de los alimentos fue de 18.25 por ciento, mientras el incremento acumulado del nivel general de precios fue de 13.42 por ciento.
El aumento de los precios de los productos alimenticios en los hogares que perciben hasta un salario mínimo (172.87 pesos diarios y en zona libre de la frontera 260.34 pesos) fue de 12.51 por ciento en los últimos 12 meses. Durante el periodo pandemia-guerra, el incremento fue de 13.5 por ciento.
En los hogares que perciben entre uno y tres salarios mínimos, fue de 13.04 por ciento en el periodo de referencia, mientras que en los últimos 25 meses fue de 13.8 por ciento. En tanto, en los hogares que perciben más de seis salarios mínimos la inflación fue de 12.94 por ciento en el último año.
“El alza en precios de alimentos tendrá su impacto humanitario más severo en países pobres, pero en todas partes el aumento en precios de energéticos dañará a los más pobres”, aseveró TransEconomics Research en su reporte “Timón Económico”.
Precios internacionales
Tras declararse la pandemia de covid- 19, los confinamientos en el mundo afectaron las cadenas de suministro, lo que provocó que los precios al consumidor comenzaran a escalar, toda vez que los inversionistas en los mercados financieros llevaron los precios internacionales de las materias primas a rentabilidades récord.
En México, los productos alimenticios se han encarecido porque el país importa, a precios altos, cereales y granos básicos, debido a que la producción interna es incapaz de cubrir la demanda local.
En la relación entre gasto en alimentos e ingreso monetario, los hogares en México con los ingresos más bajos (deciles I y II) tienen una baja diversidad en el consumo, puesto que destinan aproximadamente 60 por ciento de su ingreso monetario, en promedio, para la compra de alimentos, según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) 2020.
Por el contrario, los hogares con los ingresos más altos (deciles IX y X) destinan en promedio 30 por ciento de su ingreso monetario para el consumo de alimentos.
“La población más pobre sufre en estos momentos el costo más alto por la inflación. Vemos que está creciendo más la pobreza por ingresos”, prevé José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Geografía del encarecimiento
Dos de cada tres entidades del país superan la variación anual del Índice Nacional de Precios al Consumidor de 7.72 por ciento al cierre de la primera quincena de abril.
Con datos del Inegi, 21 estados se encuentran por encima de la inflación nacional. Tan sólo Campeche y Oaxaca rebasan 9 por ciento; para el primer estado la inflación anual fue de 9.85 por ciento en los primeros 15 días de abril y para el segundo fue de 9.05 por ciento.
La Ciudad de México registró la inflación más baja en el periodo de referencia, con 6.45 por ciento.
En cuanto al incremento de alimentos, bebidas y tabaco, Campeche es la que más aumento registró, con una variación de 16.38 por ciento; Querétaro es la entidad con la variación más baja, de 9.38 por ciento. Por su parte, la frontera norte registra una inflación de 8.52 por ciento. (La Jornada)