. El documental que está basado en el libro de Jorge Volpi, expone las diferentes aristas del caso como el montaje mediático, el jurídico y el conflicto diplomático entre México y Francia
La serie documental El caso de Cassez-Vallarta: Una novela criminal, dará voz a la ciudadana francesa Florence Cassez, quien fue detenida por presunto secuestro y delincuencia organizada en 2005; acusada y condenada en 2007 a 60 años de prisión y cuya posibilidad de extradición a su país de origen generó diferencias entre México y Francia.
Florence es un personaje central que en mucho ha opacado la historia de Israel (Vallarta), pero, en cualquier caso, lo importante de ella es que siempre intentó hablar. Primero, en el momento de la transmisión, pues en cuanto le quitan la cobija, lo primero que hace es hablar y decir que no sabe lo que está pasando.
Luego, en uno de los momentos más importantes de la historia de la televisión en México, cuando está el programa de Denise Maerker (Punto de partida), Florence habla desde la casa de arraigo y se enfrenta directamente a Genaro García Luna. Piensen ustedes que es la primera persona que se enfrenta directamente a quien sabemos hoy, todos sus vínculos con el crimen organizado y la capacidad de acción del Estado para manipular. Ella, como no sabía cuál era su poder, se atreve a hablar y a confrontarlo.
Es tal la respuesta de García Luna que por eso ella pasa todos los siguientes años en la cárcel y no sólo eso, se crea la idea de que ella es la malvada, perversa, la maligna secuestradora extranjera. Esa percepción no ha cambiado del todo. Eso es lo terrible, esa construcción de verdades por parte de los medios.
Ahora en el documental ella aparece, desde la libertad, siendo inocente, pues al momento en el que se le libera la presunción de inocencia aplica sobre ella, y, en ese sentido, con lo que tiene que decir directamente al espectador”, destacó Jorge Volpi, productor ejecutivo de la docuserie, en charla con Excélsior.
El escritor —también autor de la novela Las elegidas, acerca de la trata de blancas, que fue versionada para cine— destacó que esta serie documental es inédita en México, hecha con rigor y profundidad.
Para mí era muy emocionante, en muchos casos, volver a ver a los protagonistas de esta historia, a quienes me tocó entrevistar hace cinco o seis años. Volví a escucharlos y vi, por primera vez, a algunos, a quienes no había tenido acceso. Tener los testimonios de los expresidentes Felipe Calderón y Nicolas Sarkozy en el documental, es muy impactante. Tener testimonios de muchos protagonistas, con lo que ha pasado además desde la publicación del libro, eso también ha sido muy emocionante, porque se hace un arco más completo, ya que en estos cuatro años han pasado cosas muy importantes como las detenciones de Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, que son los responsables directos de esta puesta en escena, de este montaje”, añadió el escritor.
La serie examina las oscuras aristas del caso desde sus antecedentes; el montaje mediático, transmitido en vivo en un noticiero mexicano, del operativo de detención de Cassez e Israel Vallarta, presuntos secuestradores de tres personas; el montaje jurídico que siguió al respecto y, más tarde, el conflicto diplomático, evidenciando la corrupción del sistema de justicia mexicano de la mano del poder político.
Florence Cassez, quien fue liberada el 23 de enero de 2013 tras un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ofrece su versión de viva voz desde Francia, en testimonio para este documental.
Lo que conseguimos es que por primera vez podemos mirar a los ojos y escuchar a Florence Cassez. Es un personaje que se había vuelto prácticamente mitológico, satanizado por unos, defendido por otros.
Cambia la percepción de un personaje tan mistificado, para bien y para mal, en el momento en el que la puedes ver, lo que permite el ejercicio de testimonio que se hace en el documental. Escuchar su voz la aterriza dentro de la dimensión auténtica que tiene, que es la dimensión de víctima.
Israel Vallarta sigue en prisión, 17 años, y no ha recibido sentencia, así como su hermano Mario Vallarta y su sobrino, Sergio Cortés Vallarta, quienes llevan diez años presos. Los actores políticos siguen siendo parte de la escena y el sistema judicial sigue teniendo las trabas de entonces. Hay una imposibilidad de llegar a la verdad, con esta maquinación hecha desde el Estado para no saber exactamente qué fue lo que pasó.
En la serie sólo nos faltó un testimonio que es clave, el de Israel Vallarta. Así que se cuenta un poco la historia de la imposibilidad de llegar a él y cómo el propio sistema judicial no permite que el principal acusado, que no ha sido juzgado y no tiene sentencia, sobre quien se hicieron cualquier cantidad de maquinaciones, no se le permite hablar. No nos han permitido escuchar su versión completa”, reiteró el guionista Alejandro Gerber.
El caso ha sido un tema recurrente, lo que ha hecho que mantenga su vigencia, según lo explicó el productor Pablo Cruz.
Sin menospreciar el libro ni los otros artículos que se han publicado, el poder ver esto en pantalla y la distribución masiva, es decir, que se pueda ver en todo el mundo al mismo tiempo, ayudará a darle un eco más grande al caso.
Espero que tenga el efecto similar al de empujar fichas. Será una presión mediática inversa. Por lo menos, que sea justo el trato que tiene Israel (Vallarta) en la cárcel.
Es un documental completamente balanceado en las opiniones de Francia y de México. Nos tocó una epidemia que nos obligó a parar de repente el trabajo, pero al final se logró completarlo.
Tenemos a todas las personas importantes para que hablaran y contaran su versión. Es un tema delicado, hay mucha gente que se verá por primera vez en pantalla, aunque el libro ya generó no sólo grandes ventas, sino que también se pisaron muchos callos. Además, es un caso que se mantiene vigente, pues en presidencia nos ayudan a hablar muy seguido de él.
Los valores de la producción es que se trata de un documental bastante grande en cuestiones de dimensión y de lo que abarca, porque son dos países (México y Francia).
Es un caso que sigue siendo controversial al día de hoy, pues sigue habiendo gente que está siendo enjuiciada o no, por culpa de esta fabricación de supuestas pruebas”, concluyó Cruz.(Excélsior)