Aline Espinosa Gutierrez/Cimacnoticias/Ciudad de México – Defensoras indígenas exigieron que los gobiernos de sus países desarrollen de forma inmediata políticas públicas y estrategias con perspectiva intercultural y de género que se enfoquen en la eliminación y prohibición de los matrimonios forzados y de la “compra” de niñas, dos prácticas que las aleja de tener una vida libre de violencia, viola sus Derechos Humanos y las obliga a empezar una vida sexual a temprana edad.
Al participar en el evento virtual “Matrimonio infantiles y uniones tempranas en comunidades” -organizado por “Iaru Colectivo”, señalaron que los gobiernos de sus países deben detener estas dos prácticas que invisibilizan diversas violencias que se cometen contra las niñas como no respetar su derecho a decidir o a su libertad bajo el argumento de que ellas están obligadas a cumplir con “las tradiciones de las comunidades”.
Detallaron que estas “tradiciones” son “muy graves” porque sus matrimonios forzados o la “compra” es decidida, a veces, por su familia cuando ellas no tienen capacidad de decisión y son entregadas a hombres mayores de edad a cambio de dinero, animales o especies a fin de que la familia “ya no tenga otra boca que alimentar y pueda sobrevivir a la pobreza que padecen”, declaró la defensora peruana de la Red de Organizaciones Jóvenes Indígenas, Jeanett Pariona Tarquí.
Recordaron el caso de un profesor de 30 años que pidió casarse con una niña menor de 18 años en Panamá. “Este se valió de la ignorancia de la madre y de la pobreza extrema de la familia porque en su comunidad había muy poco acceso a la educación. Para la madre el profesor era alguien que podía sacar de la pobreza a su hija. Muchas de estas niñas están expuestas a violaciones y al abandono de su libertad”, dijo la defensora de la “Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas en Panamá”, Silvia Santo.
Explicaron que las niñas y jóvenes indígenas padecen una falta de acceso a servicios médicos, educación basada en hechos científicos, información en sus lenguas sobre sus derechos sexuales y reproductivos, métodos anticonceptivos, planificación familiar, entre otros, que los gobiernos deberían asegurar, pero no es así. Esta ausencia impulsa que estas prácticas prevalezcan pues las familias no tienen opciones y creen que “casar a su hija es lo mejor”, agregó Pariona Tarquí.
“¿Por qué sólo aplica para las mujeres? esa es la pregunta. Otras veces se realiza la compra como si fuéramos animales. Carecemos de educación sexual y reproductiva y no hay acceso a métodos anticonceptivos, derivado a que en algunas comunidades no se permite hablar de estos temas y es un tabú”, comentó la defensora de la “Red de Mujeres Juveniles Indígenas de México”, Angélica Pablo Peña.
Por tales razones, dijeron, es importante que las indígenas tengan presencia en diversos sectores, en particular en el gobierno, en la sociedad, en la educación y en la salud para que ellas mismas promuevan la difusión de los Derechos Humanos de las mujeres en sus espacios, dispongan del conocimiento, derrumben los estereotipos de género y las “tradiciones que las encadenan” e impulsen que la voz de las niñas y jóvenes sea escuchada en sus comunidades.
“Deberíamos ser tomadas en cuenta en planes y políticas públicas que sean de beneficio para nosotras y así limitar todas estas problemáticas que nos afectan porque es a nosotras quienes somos violentadas, marginadas y vulneradas, más en la infancia. Esta vulneración nos obliga a unirnos en matrimonio antes de los 18 años. Nosotras nos imaginamos un mundo donde todas las niñas crezcamos informadas y seguras y donde nuestros derechos sean respetados, añadió la defensora de la “Red de Municipal de las Niñas Lideran en Guatemala”, Melody Juárez.
Frente a este panorama llamaron a sus gobiernos a atender estas problemáticas con políticas públicas, campañas de sensibilización sobre los derechos sexuales y reproductivos en lenguas indígenas, garantizar el acceso de las niñas y jóvenes indígenas a todos los niveles de educación, posicionar el tema dentro sus agendas políticas para que de forma urgente estas prácticas dejen de ser normalizadas en el mundo.
En este evento también participaron la defensora de la Red de Mujeres Mapuche, Chile, Yanka Millapan; la defensora de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas en México, Laura Hernández Pérez; la defensora del Colectivo Juvenil Nuestras Voces en Puebla, Claudia Libertad; la defensora de la Asociación de Abogadas Indígenas en Guatemala, Claudia Chope; la defensora del Centro de Mexicano de Intercambio en Hidalgo, Lizbeth Hernández Cruz, la defensora de la Unión Nacional de Mujeres Kunas en Panamá, Naididili Pérez, entre otras defensoras.