Aline Espinosa Gutierrez/Cimacnoticias/Ciudad de México – A pesar de que en el papel existen diversas normativas mexicanas enfocadas en atender la violencia sexual contra las niñas y proteger sus Derechos Humanos, en la realidad su implementación es limitada o ausente en estos casos, por lo que las menores de edad no reciben una justicia integral y sus agresores siguen en la impunidad cuando este tipo de violencia es una de las más graves hacia la intimidad.
Al participar en el foro virtual “Prevención y atención de la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes”, especialistas en este tema explicaron que las leyes actuales en el país no han repercutido de la manera que esperaban en los casos de violencia sexual, en particular contra niñas, ya que ellas revictimizadas en los procesos legales, va npor una larga travesía que no les garantiza justicia y sus agresores pueden quedar libres gracias al mal trabajo de las autoridades.
En su opinión las autoridades siguen sin tener o desarrollar una ruta clara de actuación en estos casos, con este tipo de víctimas y que considere su contexto de vulnerabilidad al ser niñas. Desde un inicio, dijeron, es necesario dar apoyo emocional y atención médica a ellas, antes que empezar una denuncia, pues la violencia sexual tiene estragos físicos, psicológicos y sociales que ponen en riesgo constante la vida de ellas.
“¿Cuántas más leyes necesitamos? ¿Cuántas de esas leyes sí contribuyen o cumplen con garantizar los Derechos Humanos (de las niñas)? Uno de ellos es vivir libres de violencia”, declaró la coordinadora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en Tamaulipas, Rosario Texis Zúñiga.
Este tipo de dificultades, resaltaron, contribuyen a que los casos de violencia sexual sean menos denunciados, pues la violencia sexual es un acto donde ellas son amenazadas por sus agresores para que no cuenten lo que sucede y se valen de su vínculo amoroso o de su cercanía con la familia para ello.
Desde su experiencia, añadieron, la violencia sexual hacia niñas se comete en particular en los hogares, donde este delito puede durar años en la secrecia o de contarlo las menores son obligadas a callarlo. “Si son sus familiares de las niñas de manera sutil se les dice: no vamos a denunciar porque es tu tío, es tu abuelo o es un conocido. También hay un proceso de revictimización familiar y comunitario y se cuestiona qué hizo ella para que pasara la situación”, agregó Texis Zúñiga.
En suma, agregaron, las violencia sexual puede desembocar que las niñas presenten embarazos no deseados y abortos forzados, procesos que ponen en peligro su vida aún más. Todo este panorama es impulsado porque todos los tipos de violencia y las prácticas abusivas contra mujeres y niñas son normalizadas en la sociedad así como la erotización hacia sus cuerpos.
“Para entender la violencia es necesario investigarla y entender cómo está cambiando y al mismo tiempo descifrar cómo está impactando de forma diferencial hacia las niñas y adolescentes. Hay que averiguar la interrelación entre la forma tradicional de violencia y las nuevas formas más brutales que se desarrollan en un contexto político, económico y social”, dijo la investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Ciencias y Humanidades (Ceiich) de la UNAM, Emanuela Borzacchiello.
La también integrante del Comité Multidisciplinario e Interinstitucional de Seguimiento de la Alerta de Violencia de Género en Ciudad de México, dijo que actualmente existen muchas metodologías que pueden ser aplicadas para prevenir que la violencia contras las niñas y adolescentes en el país antes de que se convierta en grave, pues los casos de violencia sexual pueden pasar a ser feminicida en cuestión de tiempo.
Señalaron que son las organizaciones civiles son quienes solventan los vacíos en este ámbito en el país, sin embargo ellas también se ven imposibilitadas por la falta de recursos humanos, económicos o de las trabas burocráticas del sistema de justicia. Su presencia en estos casos es tan importante que a través de los talleres que realizan en ocasiones en escuelas han encontrado casos porque explican a las niñas cómo pueden ser violentadas.
Alrededor de 4 millones de niñas y niños son víctimas de violencia sexual en México cada año, por lo que es considerado según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como uno de los primeros países en estos delitos. A nivel nacional, 689 mil 151 de mujeres entre los 15 y 17 años de edad experimentó alguna violencia en el ámbito familiar, 1.8 por ciento de esas violencia fue sexual, según datos del El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNIFEC).
Consideraron que es necesario que el país genere alianzas, promueva una ruta integral, haga difusión del tema, revise las nuevas formas de esta problemática, fortalezca el trabajo con niñas y adolescentes, mire la realidad de estos casos, desarrolle investigaciones comunitarias y cifras para visualizar esta violencia, revise que los protocolos sí se cumplan, y promueva la protección de los derechos de las niñas.