Un equipo de científicos de la Universidad de Shandong, en China, acaba de hacer un fascinante descubrimiento climatológico. En las capas altas de la ionosfera, a 600 kilómetros de altura sobre nuestras cabezas hay un tipo de huracanes desconocido hasta ahora, y son enormes.
De hecho, la altura a la que se forman le ha valido el apelativo de huracán espacial, y realmente es más un fenómeno astrofísico que climatológico en sentido estricto. Sin embargo, su formación parece responder a los mismos principios. En la atmósfera, los huracanes se forman por las diferencias de presión y humedad que generan fuertes corrientes de viento. En el espacio, las corrientes de viento solar chocan contra la atmósfera y transfieren parte de su energía a la ionosfera, formando un ciclón, pero de plasma en lugar de viento y agua.