Desde la Luna de Valencia

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Teresa Mollá Castells

  • Referencias y referentes

Con esto del progresivo borrado de las mujeres que pretenden las transgeneristas y su brazo político, el Ministerio de Igualdad es, si cabe más necesario que nunca dar referencias de mujeres a las niñas y niños que vienen detrás.

Y digo que es más importante si cabe, porque han de conocer que las mujeres hemos estado desde siempre y hemos contribuido con nuestros trabajos y saberes a mejorar las condiciones de vida de la población en general. Yo soy de las que estudiaron la Educación General Básica (EGB) y recuerdo que, aparte de la señora Curie, no aparecía ninguna mujer en los libros de historia. Ni cuando, ya en el BUP se nos enseñó machaconamente la revolución francesa, se nos mentó por un momento a Olympe de Gouges.

Y recuerdo tener en la última etapa de la EGB tener un profesor de esos que te ayuda a pensar y repensar las cosas y un día le pregunté el motivo por el cual las mujeres no aparecían en los libros de historia cuando sin ellas no se podrían tener hijos. Su respuesta fue demoledora: “estaban realizando las tareas de las casas y siendo buenas amas de casa criando y cuidando de sus vástagos”. Así, con una sola frase, liquidó todas las aportaciones realizadas por las mujeres a lo largo de la historia y se quedó más ancho que largo. Eso sí, se las daba de progresista, como no podía ser de otro modo, pues estábamos a finales de los años setenta.

Sé que la cosa ha mejorado mucho con respecto a esos mensajes patriarcales e incluso misóginos que yo recibí, pero me sigue preocupando bastante que, con el pretendido borrado de mujeres, también se borre la genealogía no solo feminista, sino también y pura y duramente los avances producidos. Nuestras generaciones presentes y futuras deben conocer no sólo su procedencia, también las aportaciones que tantas y tantas mujeres han realizado a la sociedad y a lo largo de toda la historia. Su borrado, dejaría en la orfandad a las niñas y niños y su aprendizaje quedaría gravemente mermado y cuestionado por ser de sesgo patriarcal y machista.

Las mujeres hemos existido desde siempre. Y no, no provenimos de una costilla de Adán y por tanto no se nos ha de considerar inferiores a los hombres. Las mujeres, no solo hemos estado y contribuido a los aportes científicos realizados a lo largo de la historia, sino que además hemos cargado también a lo largo de la historia con un trabajo añadido que nadie más que el patriarcado nos impuso: los cuidados de nuestras familias, tanto en el sentido físico, como en el emocional.

Y por supuesto hemos compuesto música, hemos escrito novelas y tratados de botánica, hemos pintado cuadros, esculpido estatuas, inventado cachivaches variados y aportado fuentes de conocimiento en cada momento histórico. Recordemos, por ejemplo, que la inventora del sistema binario que se utiliza para el lenguaje informático fue Ada Byron. Si, la hija del poeta, pero él se llevó la fama y ella solo fue reconocida mucho más tarde. O que fueron mujeres también las que contribuyeron a que la NASA pudiera llegar a la luna. O que el lavaplatos lo inventó una mujer llamada Josephine Cochrane, allá por 1886.

Estas aportaciones y muchas más, las realizaron mujeres. No seres con vulva, o seres gestantes, sencillamente mujeres. Con todas y cada una de sus letras M-U-J-E-R-E-S.

El “fluir” del transgenerismo me parece tan peligroso política y socialmente, como cosmético en sus formas y manifestaciones. O, dicho de otra manera, vacío de contenido político. Y no podemos olvidar que la reivindicación de la recuperación de la memoria histórica de las mujeres y de todas sus aportaciones, es claramente una cuestión política y de futuro para que nuestra niñez no quede huérfana de conocimientos.

Es de justicia social que conozcan la historia completa y eso pasa por el conocimiento de las aportaciones que hicieron tantas y tantas mujeres. No reconocerlas nos ancla no solo en tiempos pasados, sino también en ideologías que pretenden hacerle el juego al patriarcado que sólo reconoce al varón blanco y heterosexual como centro político universal. Y algunas no lo vamos a permitir y seguiremos alzando la voz para denunciar la situación de sometimiento y falta de igualdad que seguimos soportando las mujeres por haber nacido con sexo de mujer.

Recordemos que nos asesinan por ser mujeres, no por ser seres con vulva o seres gestantes. Nos asesinan y tratan para esclavitud sexual y reproductiva por haber nacido mujeres.

Seguiremos recordándolo las veces que hagan falta. Somos mujeres, seremos mujeres, y cuando no estemos, seguirán naciendo mujeres solo de mujeres.

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